Profecías de Isaías
53
Capítulo VI
VI. Desprecio.
A. Anunció Él fue despreciado.
Como profetizo Isa 53:3, indicando
el desprecio de la simiente santa. Despreciado y desechado entre los hombres,
varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el
rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
En
este aspecto claramente nos indica el profeta el desprecio al plan de Dios con
su Ungido. Desde el principio su pueblo Israel desprecia al Mesías. No
estimaron todo lo que él estaba haciendo. Su tabernáculo fue hecho y fue visto
por todos ellos, todo lo miraron, fue el modelo entregado de cómo funciona en
el cielo y como es el gobierno de Dios en la tierra y de su reino. Es un modelo
que ellos tuvieron, le fue mostrado por Dios, en el desierto, en el
Tabernáculo.
Despreciaron
el modelo del Tabernáculo de Dios con los hombres y la forma como juzgaba a su
pueblo a través de jueces. Les dio reyes, y también despreciaron su linaje,
matándolos a todos, así como mataron a los jueces. Les envió profetas y también
los mataron.
No
estimaron nada de lo que hizo Dios. Escondieron el rosto, de Él. Para vergüenza
de los hombres que escogió para que dé su simiente naciera su Mesías y para
gloria de Dios cumplió su promesa. ¡Quién iba a imaginarse que nacería el
Mesías! Y Dios cumpliera con su promesa dando nacimiento al Mesías. Nació, vino
estuvo entre ellos. De este linaje destruido. Para que en la actualidad
pretendan establecer una descendencia mesiánica.
El
sufrimiento que experimentó el Mesías desde los comienzos de su manifestación a
Israel, todo fue un experimento de quebranto por la humanidad, comparando al
quebranto de un Dios por su pueblo; el azote por los pecados comparado a todo
lo que sufrió mi brazo poderoso por venir. Su copa de su sufrimiento en el
Getsemaní. Fue la copa que venía cumpliéndose, vería a su pueblo negarlo una
vez más. Despreciarle una vez más. Menospreciarle una vez más.
Humanamente
es imposible explicar todo esto, solo Dios podría explicarlo. Pero porque se
han negado y han sumergido a una humanidad en ignorancia. Es el mismo motivo de
siempre de menospreciar el plan de Dios y establecer humanamente sus propios
planes. La descendencia de su propio Mesías.
Esta
descendencia fue fracturada desde el comienzo cuando los hijos de Judá la
menospreciaron y muchas veces en los Jueces. Y matando a todos los
descendientes de Gedeón. Igual en los Reyes. Primero matando a Abías. Luego a
los descendientes de Josafat, luego a Ocozías, luego a Josías, finalmente
Sedequías y Gedalias.
Luego
a causa del desprecio del gobierno de los reyes y su linaje, desobedeciendo
todo el pacto y las leyes de Dios. Llevaron a sus príncipes en cautiverio y
deportados haciéndolos eunucos servidores de los reyes de otras Naciones.
Por
su parte Dios inviste a otros reyes que gobernaran a su pueblo Israel, ya
llamado judíos en la época de la deportación. Y Dios le dice que el Rey de
Babilonia es su siervo y hará todo lo que él le pida. Y el cumplirá sus propósitos
los que no cumplieron sus reyes en Israel. Dice que el Rey Ciro es su ungido y
su pastor y cumplirá todo lo que yo quiero. Isa 44:28; 45:1
De
igual forma vemos a un Rey de Persia dominando a Babilonia; porque tampoco
Babilonia se alineo al plan de Dios. Babilonia fue donde sus siervos fueron
eunucos. Triste mente la genealogía esterilizada de su linaje real. Luego
levanta al Rey de Persia y domina el mundo entero. Y se estima una nueva
esperanza con la tribu de Benjamín, a través de Mardoqueo y Ester.
En
este sentido Dios construye imperios más poderosos, y subyugaron nuevamente a
Egipto, a quienes el pueblo de Dios Israel y Judá quería servir. Levantó a
Babilonia, luego los persas y los Medos y por último el Imperio Romano antes de
la venida del Ungido de Dios.
En
este sentido Dios actúa secretamente no le envió más profetas a su pueblo.
Profetas que les hablasen, hasta que vino el Mesías príncipe. Por eso se
observa este periodo de silencio, iniciado en Malaquías el último profeta de
revelación especial que menciona las Escrituras.
B. El plan de Dios fue despreciado, desechado por su pueblo.
1.
Despreciado y desechado.
a. Despreciaron el plan de Dios que le
había mostrado a Moisés. Ex 24:9
b. Despreciaron el
Tabernáculo de Dios en la Tierra. Heb 8:5
c.
Desecharon su plan con su simiente humana. 1 Sam 8:7; 10:19; Sal 22.6
d. Despreciaron el plan
de Dios porque iban tras sus intereses. Fil 2:21
e. Despreciaron su linaje, mezclándolo con otros pueblos. Sal
106:35; 119:141
f. Desecharon a
sus profetas y príncipes
matándolos. Sal 106:24-39; 2 Rey 11:1
g. Despreciaron a Dios y no le creyeron. 2 Re
17:4; Ne 9:26
2. Como la vara de Aarón. Reverdeció.
Así fue el Mesías para Israel. Núm. 17:8
a.
Su Linaje. Es su humanidad. Sal 89: 15-19
b.
Su voluntad. En su diestra fue despreciada. Sal 80:17; 77:10; Ex 15:6; 15:2;
Sal 45:4;
c. Hizo uno porque buscaba una
descendencia para Dios. Mal 2:15.
d. Dios continúo su plan, Ungió a otros
reyes. Isa 45:1
e. Dios levanto otros
imperios, hasta la venida del Mesías.
Juan 11:48
3. Dios cumplió su Pacto. Su
plan de salvación y su promesa a Israel. 2 Sam 23:1-5;
Fil 2:1-11
a.
Una sola carne. Gen 2:24; He 17:26
b. Del linaje de David,
declarado Hijo de Dio por su resurrección.
Rom: 1:3-4
4. El pueblo desecho su pacto y El
Mesías fue herido. Isa 53:4
a. Por su pueblo. Isa 50:6; 1:4
b.
Para su justicia. Gen 15:6; Sal 18:20; 22:31; Isa 5:15-16; Nah 2:2
c. Destruida fue la gloria de Israel. 1 Sam 4:21; 2 Sam 1:19
d.
No conocieron a Dios de su salvación. Isa 1:3
e.
Todo el pueblo era una llaga podrida. Isa 1:6
f.
Destruyeron su Tierra, que Dios le había dado. Isa 1:7-9
g.
El padecimiento por su pueblo, también lo sufrió el Mesías. He 3:18.
5. Jesús anuncio su desprecio y padecimiento.
Jesús anuncio a sus discípulos su desprecio y padecimiento. Anunciado por los profetas que tenía que
cumplir y así sucedió. Mat 16:21. Mar 8:31.
No hay comentarios:
Publicar un comentario