Profecía de Isaías 53.
1. Anunció y reveló su
salvación.
Dios lo anunció, lo notificó. El manifestó su
salvación a Israel y esta profecía de Isaías 53:1, comienza diciéndonos:
1. Anunció y reveló su
salvación.
Dios lo anunció, lo notificó. El manifestó su
salvación a Israel y esta profecía de Isaías 53:1, comienza diciéndonos:
a.
¿Quién creyó a esta noticia?
El profeta principia la profecía con
una pregunta hecha por Dios. Toda la profecía de Isaías 53 está en primera
persona. Y su revelación es en primera persona. La noticia dada, nos lleva
también a un mensaje de desprecio hecho a los planes de Dios. Fue despreciado nos dice la profecía, se está
refiriendo al desprecio de su pueblo Israel respecto a su pacto de redención.
Desde su partida de Egipto, antes de entrar en la tierra
prometida. Hubo una murmuración constante del pueblo de Israel. Todo este pueblo no creyó y desechó el
plan de Dios con los Israelitas. Diciendo: los llevó al desierto a pasar
hambre, y no tenían agua, pensaban en los privilegios que tenían en
Egipto.
Muy pronto olvidaron la esclavitud del cual los libró
Dios en Egipto, de su clamor y llanto por liberación. De las maravillas de ser
guiado por un camino desconocido para ellos, pero los libraría de la
persecución de Faraón. Pronto se olvidaron para empezar a protestar y a dudar
del plan de Dios con su pueblo. Sal 106:13.
Así como fue olvidado este hecho prodigioso en toda la
historia del pueblo Israel. También cuando vino el Mesías se olvidaron de sus
promesas innumerables. ¿Quién creyó al anuncio en el Imperio Romano? cuando fue
engrandecido Jafet. Moraba y gobernaba en las tierras de Sem. Por no creer en
el Señor tu Dios, no creyeron cuando vino el Mesías.
En este aspecto Sem, Jafet y Cam, son los hijos de Noé,
que salieron con él de la barca con su familia. Y de esto se pobló toda la
tierra después del diluvio. Noé les da una bendición a sus hijos. Que tuvo fiel
cumplimiento. Y todavía actualmente lo posee. De Sem proviene toda la
descendencia del Mesías. Toda la descendencia de Israel. De Jafet toda la
descendencia de Europa. Y de Cam el
resto de los países.
Toda esta bendición se cumplió en la época de la llegada
del Mesías. Jafet, gobernó en Jerusalén, que pertenecía a Sem. Actualmente todo
el territorio de Israel y sus zonas de reclamación. Jafet domina a todos los
territorios incluso a Sem, y a Cam. Con el Imperio Romano. Y Cam vino a ser su
siervo. Tal como bendice Noé a sus hijos. Predice su destino. Gen 9:27.
Sem son los habitantes de Jerusalén. Sem vino a estar
gobernada por el Imperio Romano. Sem habitaba en Canaán. Porque Dios le entregó
a Sem a Canaán para que habitará en ella. Porque Dios lo había prometido a
Abraham. Pero Sem después de haber sido poseedor de la tierra de Canaán. Se
mescló con los habitantes que quedaron en ella, según lo relata el libro de
Josué.
En este sentido cuando llega el cumplimiento del tiempo y
nace el Mesías. Imperaba Roma y gobernaba a Jerusalén. El pueblo de Dios, antes
llamado Israel, dividido en dos, luego volvió a unirse otra vez después de la
época de los reyes. Y en esta época
donde imperaba Roma, era llamado pueblo judío. Habitaba en territorios
conquistado por el Imperio Romano. E imperaba Roma, que es Jafet. Sem los
judíos, el pueblo de Israel y habitaba en Cam que era Jerusalén. Y todo estaba
siendo dominado por Roma.
De igual forma como en el desierto, no creyó lo que Dios
iba a ser en el futuro. No creyeron cuando vino el Mesías. ¡Como hubiese sido
todo si le hubiesen creído a Dios! Despreciaron el plan de Dios en el desierto
cuando les mostraba el Tabernáculo figura de lo que había de venir. Que era
sombra de lo que es el Mesías Príncipe.
Por esta razón, Dios no les dejó ver la tierra prometida
a los israelitas que no creyeron. Y todos murieron en el desierto. Como
testimonio a los que dudan de sus planes. De lo que Dios tiene previsto y lo
que ha prometido en su palabra. Lo cumplió y cumplirá. Él lo dijo y él lo hará.
Así lo advierte el apóstol, ¡quienes fueron los que no reposaron de sus obras y
gozaron de lo prometido!, los que dudaron. ¡Así sucederá a todos los que dudan
de la salvación de su hijo Jesucristo! Él nos invita a creer solamente. Cree
solamente y será salvo.
Es cosa difícil creer, pero no les parece que, para El
Señor Dios Todopoderoso también fue difícil soportar a un pueblo por el
desierto que no creía lo que iba hacer, El Gran Yo Soy de darles una tierra que
ellos no sembraron y unas casas que no construyeron. Y se las dio, poseyeron la
tierra prometida. Jos 24:2-14.
Pero al poseerlas ¿qué paso?, tampoco hicieron como les
dijo, dejaron pueblos, y fue su hayo, porque ellos mismos fueron su perdición y
corrupción. Llegaron a ser como Sodoma y Gomorra. Y su pecado mayor que el de
ellos. Lam 4:6, Jer 23:14.
Luego como iban a creer, si se iban tras los ídolos obra
de sus manos, tras lo que veían sus ojos. Porque les dio jueces, y siempre se
desviaban de su camino, nunca escucharon a sus profetas ni mucho menos a sus
jueces, condenaban las generaciones de sus profetas y de sus jueces, los
criticaban y los mataban. Se enojó otra vez con ellos, hasta que desecharon su
gobierno a través de jueces.
Y pidieron Reyes. Les dio reyes. Reyes que también
desecharon y mataron, se mesclaron con pueblos que no les mandó Dios a
mezclarse, y entre ellos mismos también se mesclaron. Y todos pueden criticar
al linaje puro del pueblo de Israel, el pueblo de Dios que no ha sido puro,
porque no obedecieron. Ed 10:2.
b. La revelación de su salvación a través de
su brazo.
Luego
en este primer verso de Isaías pregunta: ¿Y sobre quien se ha revelado el brazo
de Jehová? Isa 53:1 b.
Es su brazo; quien revela a su pueblo, al Mesías, al
Salvador prometido. Existen innumerables pronunciaciones hechas de la
revelación de su brazo en toda la Escritura y que ellos habían manejado este
término siempre.
Desde la bendición de Jacob dada a sus hijos, está
presente esta revelación. Luego cuando los saca del desierto. En la conquista
con su brazo extendido que hizo con Josué. De igual forma las innumerables
batallas logradas con su brazo en la época de los jueces y luego en los reyes.
Estas maravillas ejecutadas fueron motivo de cánticos de las poderosas virtudes
con su brazo.
Dios les reveló su brazo a los patriarcas, jueces, reyes
y profetas. Al igual que a su pueblo. Como lo reveló a Isaías ¿A quién se le ha
manifestado su brazo? Su brazo que fue revelado a su pueblo Israel de muchas
formas y de muchas maneras. Su brazo se refiere a ejecutar su voluntad en la
fuerza y poder, como los condujo por todos los momentos que atravesaron. Tal es
el caso de las guerras y a los lugares donde salieron victorioso. Su diestra poderosa. Sal 89:10,13.
2.
Anunció sería el renuevo.
En
Isa 53:2. Nos dice: Creció como un retoño delante de él, y como raíz de tierra
seca; no hay apariencia en él, ni hermosura como para que le miremos, ni
atractivo como para deleitarnos en él.
El pueblo de Israel desechó el plan de Dios y mesclaron
su raza. Y de esa raza o linaje Dios le había prometido traería el Mesías de su
simiente. Pero por los innumerables desaciertos que tuvieron no conservaron
puro su linaje. Estuvieron en cautiverios y fueron también deportados hacia
otras naciones. Y no conservaron puro su descendencia.
Por esta razón la profecía indica: creció como un retoño
de una tierra seca, que no tenía la apariencia hermosa de un retoño en arroyos
de agua. Mesclaron su linaje aún con gente extranjera. No podrían reconocer al
cabo del tiempo en su descendencia los rasgos característicos que poseían al
principio de su salida de Egipto, el linaje de Israel y en consecuencia la
tribu de Judá.
Ciertamente continúo
Dios con su plan, y de su linaje todo mesclado, con sangre extranjera. Así
mesclaron el linaje real desde David hasta Jesús. Por eso también Isaías nos
dice: que El seria llamado el renuevo, el vástago, la raíz, el nazareno.
Ahora pretender, como todos también pueden criticar,
sacar una descendencia a el salvador de Israel, ¿de qué descendencia?, de las
que ellos hacen con el estado sionista y todas las organizaciones fundadas por
ellos. Sacarán al anticristo de un linaje de muertos y de un linaje que
mesclaron con todos los pueblos. Y dirán que es puro del linaje de David. Y se
lo creerán. Y no creyeron en Jesús cuando él vino. Cuando estuvo con ellos.
Ahora bien, ¿Cumplió Dios su promesa? ¡La cumplió y le
envió al salvador!, el salvador que Dios había planificado, prometido a su
pueblo, ¡no lo hizo el pueblo de Israel!, fue Dios que estableció el plan, no
ellos, es decir; el pueblo judío. Ellos no establecieron un plan con David, ni
su descendencia, fue El Gran Yo Soy, que lo estableció. Dios estableció su
Pacto con su Hijo.
Por lo tanto, Ellos no tienen derecho de presentar
ninguna genealogía del Estado Sionista. Es la Genealogía verdadera la revelada
en los Evangelios. Y esa es la que tienen que respetar. La que está en el
Evangelio de Mateo y la de Lucas. Estas dos unidas fueron las reveladas en las
Escrituras y estas conforman el linaje del Mesías Príncipe.
3. Anunció Él fue
despreciado. Como profetizó Isa 53:3, indicando el
desprecio de la Simiente Santa. Despreciado y desechado entre los hombres,
varón de dolores, experimentado en quebranto. Y como que escondimos de él el
rostro. Fue menospreciado, y no lo estimamos.
En este aspecto claramente nos indica el profeta el
desprecio al plan de Dios con su Ungido. Desde el principio su pueblo Israel
desprecia al Mesías. No estimaron todo lo que él estaba haciendo. Su
tabernáculo fue hecho y fue visto por todos ellos, todo lo miraron, fue el
modelo entregado de cómo funciona en el cielo y como es el gobierno de Dios en
la tierra y de su reino. Es un modelo que ellos tuvieron, le fue mostrado por
Dios, en el desierto, en el Tabernáculo.
Despreciaron el modelo del Tabernáculo de Dios con los
hombres y la forma como juzgaba a su pueblo a través de jueces. Les dio reyes,
y también despreciaron su linaje, matándolos a todos, así como mataron a los
jueces. Les envió profetas y también los mataron.
No estimaron nada de lo que hizo Dios. Escondieron el
rostro, de Él. Para vergüenza de los hombres que escogió para que dé su
simiente naciera su Mesías y para gloria de Dios cumplió su promesa. ¡Quién iba
a imaginarse que nacería el Mesías! Y Dios cumpliera con su promesa dando
nacimiento al Mesías. Nació, vino estuvo entre ellos. De este linaje destruido.
Para que en la actualidad pretendan establecer una descendencia mesiánica.
El sufrimiento que experimentó el Mesías desde los
comienzos de su manifestación a Israel, todo fue un experimento de quebranto
por la humanidad, comparando al quebranto de un Dios por su pueblo; el azote
por los pecados comparado a todo lo que sufrió mi brazo poderoso por venir. Su
copa de su sufrimiento en el Getsemaní. Fue la copa que venía cumpliéndose,
vería a su pueblo negarlo una vez más. Despreciarle una vez más. Menospreciarle
una vez más.
Humanamente es imposible explicar todo esto, solo Dios
podría explicarlo. Pero porque se han negado y han sumergido a una humanidad en
ignorancia. Es el mismo motivo de siempre de menospreciar el plan de Dios y
establecer humanamente sus propios planes. La descendencia de su propio Mesías.
Esta descendencia fue fracturada desde el comienzo cuando
los hijos de Judá la menospreciaron y muchas veces en los Jueces. Y matando a
todos los descendientes de Gedeón. Igual en los Reyes. Primero matando a Abías.
Luego a los descendientes de Josafat, luego a Ocozías, luego a Josías,
finalmente Sedequías y Gedalías.
Luego a causa del desprecio del gobierno de los reyes y
su linaje, desobedeciendo todo el pacto y las leyes de Dios. Llevaron a sus
príncipes en cautiverio y deportados haciéndolos eunucos servidores de los
reyes de otras Naciones.
Por su parte Dios inviste a otros reyes que gobernaran a
su pueblo Israel, ya llamado judíos en la época de la deportación. Y Dios le
dice que el Rey de Babilonia es su siervo y hará todo lo que él le pida. Y el
cumplirá sus propósitos los que no cumplieron sus reyes en Israel. Dice que el
Rey Ciro es su ungido y su pastor y cumplirá todo lo que yo quiero. Isa 44:28;
45:1
De igual forma vemos a un Rey de Persia dominando a
Babilonia; porque tampoco Babilonia se alineo al plan de Dios. Babilonia fue
donde sus siervos fueron eunucos. Triste mente la genealogía esterilizada de su
linaje real. Luego levanta al Rey de Persia y domina el mundo entero. Y se
estima una nueva esperanza con la tribu de Benjamín, a través de Mardoqueo y
Ester.
En
este sentido Dios construye imperios más poderosos, y subyugaron nuevamente a
Egipto, a quienes el pueblo de Dios Israel y Judá quería servir. Levantó a
Babilonia, luego los persas y los Medos y por último el Imperio Romano antes de
la venida del Ungido de Dios.
En este sentido Dios actúa secretamente no le envió más
profetas a su pueblo. Profetas que les hablasen, hasta que vino el Mesías
príncipe. Por eso se observa este periodo de silencio, iniciado en Malaquías el
último profeta de revelación especial que menciona las Escrituras.
4. Anunció Él
llevó nuestras enfermedades. El lleva
nuestras enfermedades. En el
versículo 4, de Isa 53, nos dice: Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y
sufrió nuestros dolores. Y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de
Dios y abatido.
El pueblo estaba acostumbrado a librar sus batallas a
través de héroes poderosos utilizados por Dios para que estuvieran en paz. Pero
nunca observaron y conocieron al que verdaderamente los libraba, su brazo
poderoso.
Por esta razón creían que vendría un Mesías poderoso. Que
los libertara de los imperios y en esta época de su venida, reinaba el Imperio
Romano. Pero ellos ¿Qué hicieron con la gloria del reino de David? y cuando
Dios engrandeció a Salomón, con respecto a todos los pueblos. Dándole no solo
sabiduría e inteligencia para gobernar a su pueblo, sino riquezas y glorias.
Pero ¿qué hicieron ellos con toda esta gloria? En el
reinado de Salomón y posterior a este. Destruyeron al reino, a sus príncipes.
Destruyeron los altares de adoración a Dios y el templo que hizo el Rey Salomón
para la adoración y se lo entregaron a los dioses paganos.
Por su parte Dios los entregó al lloro y lamento, como
estierco era su estado, desprovisto de alimentos, y enfermo encontró su Hijo en
su venida a su pueblo. A un pueblo que le había dado Dios toda gloria.
Por esta importante razón esta profecía de Isaías 53, le
indica a este pueblo de Dios, que El llevo las enfermedades que le produjo su
pecado, por el abandono de las leyes, de los mandamientos y de los preceptos.
Como consecuencia de sus actos, y del abandono del pacto que había hecho con
sus padres. Como está escrito en la ley y en el libro de Deuteronomio. Dt
29:22-25
En muchas oportunidades Dios le envió profetas que los
exhortaran y traerlos a reflexión. Más ellos replicaron y prefirieron adorar a
dioses paganos y brindarles a estos la gratitud que no le otorgaron a Dios
Eterno.
Antes bien se rebelaron contra Dios y siguieron sirviendo
a sus ídolos, despreciando su pacto y las bendiciones que traería Dios con su
cumplimiento.
¿Y qué le dieron sus dioses? Menospreciaron al pacto de
Dios, por esta causa ellos sometieron a sus descendientes al más terrible
lamento. E hicieron contra ellos todo este mal y daño. Sus dioses paganos que
ellos decían que les daba todo y estaban contentos ¿Que le dieron? Heridas,
enfermedades, muerte, apartarlos del plan de Dios, oscuridad, y miedo a ellos,
antes que; temer a Dios.
En este estado, encontró el Hijo de Dios a un pueblo
enfermo, y él tuvo que seguir sufriendo sus dolores. Luego con todo esto lo
azotaron, lo hirieron y lo abatieron. Despreciado y calumniado. De la misma
manera sintieron ustedes como pueblo de Dios y pensaban ustedes que Dios le
daba ese padecimiento. Cuando fueron traídos en cautiverio con Babilonia, luego
pasaron al gobierno del Imperio Persa, porque no entendían, no comprendían el
plan de salvación. Así mismo Jesús paso todos estos padecimientos, sufrimientos
y penalidades.
5. Anunció Él fue
herido por las rebeliones de su pueblo. Vuelve a explicar la profecía de
Isaías y les dice cuál es la causa de la herida. Y continúa diciéndoles en Isa
53:5. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros
pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros
curados.
Este mismo sufrimiento tuvo que padecer Jesucristo por
todo su pueblo, el mismo dolor que paso el pueblo de Israel y Judá por no
entender a su Dios que los sacó con su brazo poderoso de Egipto. Herido fue por las rebeliones de Israel.
Por sus pecados fue destruido su carne con azotes, y todo
el castigo de la paz que no tenían con Dios. Porque Dios se había airado contra
su pueblo. Y toda esta ira fue sobre Jesucristo. Y todo lo que no sanaba la
llaga enferma por no obedecerle, lo sana Jesús en su cuerpo. Todo el dolor sufrido
por su pueblo en todos estos años lo llevo Jesucristo. Y él nos curó el cuerpo,
el alma y el corazón. Jesús curo el cuerpo enfermo por causa de la
desobediencia. Al librarnos de la muerte eterna.
Ahora podemos entender todo su sufrimiento. No era un Mesías
sufrido el que esperaban, sino el Mesías glorioso. El que trajera paz y
felicidad. ¡Qué paz y felicidad! si el pecado del pueblo era una llaga podrida.
¡Oh Pueblo de Israel! ¡Si hubieses querido que la gloria de Dios se manifieste
en ustedes! en ningún momento hubieses desechado su pacto. Pero lo hicieron ¡Y
fuiste un desecho de la gloria del Dios Altísimo! La humanidad meneo su cabeza.
¡Era ese el propósito de Dios que sufrieran!, ¡o que sufriera El Hijo!, ¡eso
fue lo que tu excogites pueblo de Israel!
El propósito de Dios no era el sufrimiento, fue el que
escogió el pueblo por desechar su pacto. Por eso desecharon a Dios. Por eso los
desecho a todos ellos. ¡Y solo es su pueblo! todo aquel que cree en su Hijo. De
igual manera con su publicidad ¡del pueblo escogido! han menospreciado al
pueblo que cree en Jesucristo ¡que si creen en su pacto! ¡Creen en Dios y
también en El Hijo! Mas todos los que no creen tienen como indigno a los que
creen y los matan por creer en Jesucristo.
6.
Reveló Él cargó con el pecado de todos nosotros. Isaías sigue diciendo en su profecía Isa 53: 6. Qué
Él cargó con el pecado y explica la causa: Todos nosotros nos descarriamos como
ovejas, cada cual se apartó por su camino; más Jehová cargó en él el
pecado de todos nosotros.
Nosotros se refiere al pueblo de Israel, ellos se
apartaron del camino antes y después del Mesías. Tomaron otros caminos, más no
el camino a la vida eterna, no el camino del Hijo. Pues lo despreciaron. Y
Jehová cargo en Jesús el pecado de todos ellos y de nosotros, pues cumplió con
sus planes, aunque lo desecharon, desviaron y lo atropellaron. Fue fiel a sus
planes y propósitos.
7. Reveló Él es
humilde. La profecía de Isa 53:7, nos revela lo que ya se venía diciendo en
Isa 52:6. Él fue humilde a pesar de ser Dios, no se aferró a esto.
El mismo profeta Isaías en Isa 53:7 nos dice: Angustiado
él, y afligido, no abrió su boca. Como cordero fue llevado al matadero. Como
oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.
En esta razón ¿Qué hablar? ante un pueblo totalmente de
espalda a él, sin entendimiento. Y manejados por ciegos, y guías de ciegos.
Como oveja que va mansa cuando la van a trasquilar o a cortar su pelaje, para
ser degollada en el matadero, para ser entregada por el pecado y ser
sacrificada. A igual forma que iba el corderito, así fue El Hijo de Dios al
sacrificio.
Las ovejas se habían utilizado para el sacrificio por el
pecado, era sombra del Mesías, del cordero pascual, del cumplimiento de la ley
de expiación por el pecado. Así resultó ser Jesucristo. La oveja que los
trasquiladores llevaban, no decía nada, ni abrió su boca, cual oveja al
matadero. La posición de Jesucristo frente a sus adversarios, frente al pecado,
fue sumisión total. Indefenso totalmente.
8.
Reveló Él paso por juicio.
Fue a la cárcel como lo dice la profecía de Isaías 53:8. Sigue diciendo
nuevamente proféticamente que por causa de la rebelión de su pueblo fue herido,
como lo menciona Isa 53:8. Por cárcel y por juicio fue quitado. Y su
generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los
vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido.
Así como fueron puestos sus príncipes, nadie conto la
generación de Daniel y sus compañeros príncipes. Así mismo fue la historia de
Jesucristo. Fue por juicio y por cálceles como sus príncipes en Babilonia. En
persa, con el rey Ciro. En la historia de Mardoqueo y Ester con el rey Asuero.
9. Anunció Él fue
inocente de lo que le acusaban. Isaías nos continúa diciendo que fue
inocente de todo lo que le acusaban, porque no hubo engaño ni maldad en Él,
cómo nos lo indica Isa 53:9. Y se
dispuso con los impíos su sepultura. Más con los ricos fue en su muerte. Aunque
nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.
Tal como se ha venido mencionando sobre la profecía de
Isaías 53 el pueblo de Israel desechó el plan de Dios de salvación. Desecho su
Diestra, su Hijo. El Hijo de Dios, ocupo el lugar de malhechores y de impíos,
por la rebelión de su pueblo. Igual lo hubiesen matado con honores de rico, si
el poderío del Rey David hubiese llegado hasta sus tiempos. Porque igual
mataron a sus príncipes y reyes en la ciudad gloriosa de Jerusalén.
De Igual manera hubiesen hecho Juicio contra Jesús y le
hubiesen tratado como un malhechor, pues desecharon sus palabras. ¡Todo hubiese
sido igual con el poderío de su Reino de Israel, que sin él! Jesús era inocente
de los juicios, igual a mucho pueblo que fueron al exilio, por la culpabilidad
de todos. Y el remanente será salvo fue la promesa.
Por otra parte, se dispuso con los ricos su sepultura. Ya
que así había sido sepultado todos los príncipes en Israel. Patriarcas, Jueces
y Reyes fueron sepultados con honores. Cuanto más el rey de reyes y Señor de
señores, que vino a dar su vida en rescate por todos. Era el fin de la venida
del príncipe de Israel a este mundo como siervo. El glorioso Rey de los Judíos.
De su pueblo Israel.
10. Reveló El
Mesías padeció y lo condenaron a muerte. Así como continúa diciendo Isa 53:
10. Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando
haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos
días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.
Con todo que era inocente. Dios lo sometió a
padecimiento. Se cumple el plan de Dios con su Hijo Jesucristo. Con todo esto,
se refiere que a pesar de Jesucristo ser inocente, el plan de Dios tenía que
cumplirse en él. Dios lo había trazado y lo cumplió.
Este plan ya lo había anunciado al primer hombre Adán que
a través de la simiente de la mujer habría enemistad. Que saldría herido en el
calcañal y el otro en la cabeza. Tal como le paso a Jesucristo, que su
descendencia en la simiente, es decir: los judíos, alzo contra su Hijo la
simiente Santa, el calcañal, entregándolo a muerte, siendo inocente.
En este sentido un pueblo salió y se dividió en dos,
luego se volvieron enemigos. Enemigos de la Cruz y el sufrimiento del Ungido.
La cabeza pensante y sabia de un pueblo instruido en la ley y otro pueblo que
instruía la ley.
Por consiguiente, la ley se le volvió contraria y
tropezaron en la piedra que rechazaron los edificadores, ¿quiénes edificaban?
los que construían un plan diferente al de Dios creador. ¿Quiénes? los
adversarios de Dios, que hacían planes sin Dios. Que construían y construyen
una salvación para el hombre, sin Dios. ¿A Quiénes hirió Dios en la cabeza? a
ellos, y todavía siguen buscando al Mesías, al salvador del mundo.
En este orden de ideas a los que son hijos de vuestro
Padre el Diablo, como dijo Jesús. Terminaron hiriendo al Mesías y él les hirió
en la cabeza porque triunfó sobre ellos y sus planes fracasaron. Un pueblo que
escogió Dios para que fuese su pueblo, obedeció más al diablo que a él, pues
Dios se le volvió también contrario. Y Jesús la piedra que ellos desecharon,
vino a ser y es la cabeza del Ángulo, de todo el edificio de Dios.
Jesús vino a ser el cordero, la oveja trasquilada, la
ofrenda para la expiación por el pecado. Cuando lo sometieron a cancel y lo
juzgaron por hacerse pasar como Hijo de Dios, estaban también sentenciando su
condenación, igual estaban preparando la ofrenda única por el pecado de ellos y
del mundo. Ellos estaban preparando la expiación por el pecado. Un sacrificio
humano.
El Ungido de Dios. Su Hijo amado en quien tiene
complacencia ¡vio linaje! como fue anunciado por el profeta Isaías. ¡Porque
muchos creyeron y siguen creyendo en él! La Simiente Santa vio el linaje
prometido a todas las descendencias elegidas por Dios, para su Hijo. Porque de
su simiente serian y son benditos todas las familias, y naciones de la tierra.
Cuando Jesús cumplió la voluntad de Dios, cuando Dios
reposó de toda su obra en Cristo, fue prosperado todo lo que él hizo. Los
apóstoles comenzaron anunciar el evangelio. Su nombre comenzó a ser conocido
por el mundo entero. Hasta que su fama es conocida en el mundo.
11.
Reveló, el Ungido de Dios, realizó la expiación.
La redención implica justificar, santificar, el nombre de
Dios profanado entre su pueblo y redimir a Israel. Y al mundo que en Él cree.
De esta forma explica la profecía Isa 53:11. Verá el fruto de la aflicción de
su alma, y quedará satisfecho. Por su conocimiento justificará mi siervo justo
a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.
El fruto de la aflicción de su alma es su expiación por
el pecado. Salvó a la humanidad de la condenación eterna. Libertó al hombre de
la esclavitud del pecado. Y nos dio una nueva naturaleza. La Divina. Esto no lo
podría hacer ningún hombre. Solo el Hijo de Dios Eterno.
Esto es el conocimiento de su palabra, que desconocía su
pueblo, y se negó a conocerla. Por un lado, los levitas encargados de enseñar
no instruyeron a los hombres de su pueblo. Por otra parte, los maestros al
instruir torcían el derecho de la palabra y exponían otras ordenanzas que Dios
no envió a decir, tal es el caso de las tradiciones de los ancianos.
Sumergiendo al pueblo en completa ignorancia. Jesús por
su conocimiento Justificó al que no conocía nada de él. A todo un pueblo que
creyó. Y a todo el que quiera creer en Él. ¿Quién tenía conocimiento de él, de
los gentiles? nadie. Pero él justificó por su conocimiento a todos.
El conocimiento que tenía Jesús del plan de Dios Eterno.
No lo tenía nunca su pueblo, porque lo desecharon. Pero Jesús su siervo, si
tenía el conocimiento de la justificación a través del único camino, la verdad
y la vida, siendo él. El los justificó, llevo sus iniquidades. Él nos
justificó. Su conocimiento nos Justificó. No el plan de los hombres. La
instrucción de la ley no justifica. Solo Jesús nos Justificó.
12. Reveló Él
resucitó al tercer día.
Así culmina Isaías esta profecía, dando un alentador
resultado de todo lo que antes venía mencionando. Ahora nos dice Isa 53:12: Por
tanto, yo le daré parte con los grandes. Con los fuertes repartirá despojos;
por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los
pecadores. Habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los
transgresores.
Jesús cuando estaba a punto de morir le dice al Padre:
Señor no le tomes en cuenta sus pecados, porque no saben lo que hacen. No
sabían lo que hacían cuando mataron al Hijo de Dios. No sabían que mataban al
autor de la vida, y que su muerte traería vida ¿Por qué? como también había
dicho a sus profetas, en tres días le daría vida. Él tenía el poder para quitar
y poner su vida en rescate por todos.
Dios le dio parte con los grandes. Fue glorificado con su
misma gloria en el cielo, sentado a la diestra del Padre. Y en la tierra ¿Quién
es más grande que Jesús? Esta igualado en la historia con los grandes. Él es el
más grande de todos. En todas las generaciones ha sido comparado y puesto con
los grandes. Con los fuertes repartirá despojos. Ningún Israelita, judío o
cualquier persona puede dudar nunca que Jesús es el mejor y único hombre,
porque nadie es como Él, en la historia de la humanidad.
El Reino de Dios, llamado día del Señor será cuando el
repartirá su reino como él quiere. Con él se sentarán a reinar patriarcas,
reyes, los apóstoles y todos a cuanto el escoja. ¡Quien ha hecho una obra más grande de la que
hizo Jesús, de dar su vida por la humanidad! de entregar su vida hasta su
muerte, siendo contado como un pecador. Y luego resucitar de los muertos,
levantarse como nunca jamás había hecho nadie. El plan excelso de Dios cumplido
en Jesucristo.
Jesús
vino a ser el Señor del cosmos. Todo está sujeto bajo sus pies. Entendiéndose
que todo reino está bajo el poder, y la autoridad de Jesús. Solo el sustenta
todas las cosas con su palabra de poder. He 1:3
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