Profecía de Isaías 53
Capítulo XIII
XIII. La Expiación.
Isa 53:10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.
Una ofrenda agradable a Dios, fue Jesús, como la de los primogénitos de las ovejas de Abel. Por la enemistad de la simiente fue herido en el cascajal por manos de Judas, el Mesías, tal cual Dios anunció Adán. Inocente como la oveja, la ofrenda de su simiente la cual procedería el salvador, pide Dios a Abraham. Prueba de Fe, para obtener justificación. Así fue la ofrenda del Hijo de Dios por el pecado para justificarnos ante Dios. Fue la ofrenda voluntaria que pide Dios al pueblo de Israel en el desierto para expiación de sus pecados, en el tabernáculo, enviado hacer a Moisés. Pero no creen lo que Dios haría en el futuro. Cuando vino el cumplimiento del tiempo para hacer su voluntad, su brazo poderoso lo ejecuto. En el desierto fue tentado. Fue presentado como ofrenda el cordero de la expiación por el pecado. Derramando su sangre, redimió a su pueblo, el pecado de su pueblo fue quitado un solo día. Culmino su obra en Jesús. Mas sin embargo no creyeron, tal como paso en el desierto, en los jueces, en los reyes, y después de la deportación del pueblo. Cuando el mesías vino tampoco le creyeron.
Jehová quebranto la cabeza pensante y sabia de un pueblo instruido en la ley y lo sujetó al padecimiento delante de su pueblo y de un pueblo que no era instruido en su ley. Cumplido su plan de poner su vida en expiación por el pecado, vio su linaje, pues apareció a sus discípulos después de resucitado, y en su mano fue prosperada la voluntad de Dios. Pues su obra estaba acabada, hecha, realizada, cumplida, consumada. Y sus discípulos la vieron, y luego prospero su obra, mucho pueblo creyó hasta nuestros días. La salvación a través de Jesucristo hasta nuestros días ha sido prosperada.
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