Manifetación

Profecía de Isaías 53

 Capítulo III

Manifestación o Revelación.


III. Doctrina revelada del Señor Jesucristo Hijo de Dios en la profecía de Isaías 53.

A. Manifestación o revelación del hijo de Dios. Luc 1:80.

1. Manifestación del hijo de Dios.

                    Jesús le dijo al Padre he manifestado tu nombre a los hombres que me distes.  Ju 17:6

                Dios en su Revelación Especial en las Santas Escrituras; Reveló vendría su Hijo Jesucristo. Fue anunciado a los siervos de Dios y a sus profetas. Habló de muchas formas y de muchas maneras. Hablo en las Escritura de forma objetiva, con bendiciones, con sus palabras, con su misma Escritura por El dedo de Dios.

          Con la aparición de la manifestación de su presencia. Y luego a través de su propio Hijo Jesucristo quien manifestó a su pueblo todo lo que Dios El Padre le había mandado hacer en plena obediencia cumpliendo su voluntad. Isa 52:3, 6-10, 13-15; 53

            1.1. En estos aspectos debemos comprender:

                    a. Reveló las Escrituras como testimonio, la venida de su Hijo como Salvador. Isa 53:1

                    b. Reveló a través de sus siervos, sus profetas, a su pueblo. Sal 74:28; 18:35; 40:10; 147:19

                    c. Reveló su salvación a través de su Hijo. Sal 2:12; Juan 17:6

                     d. En las Escrituras es la diestra de Dios. Ex 15.6; Isa 53:1 b; Mar 16:19

                      e. Anunciado como el Ángel de Jehová. Y El Brazo Poderoso. Gén 22:11-12

 

            2. Eterno.

            A Dios no le podemos aplicar existencia, él es, auto existe. Él es Eterno. Y Jesús afirmó, tenía poder de poner su vida y volverla a tomar. Y ese mandamiento lo recibió de su Padre. Esto fue así al resucitar de los muertos. Jesús resucito en su auto existencia. Como es Dios auto existente. Por lo tanto, es Eterno. Y su Eternidad es desde el principio.  Juan 10:18

            Jesús no se esfuerza al igual que Dios Padre creador por demostrar que él es Eterno sino porque le creen. Y si es Eterno también es Divino. El problema de la humanidad no es demostrar su Divinidad como muchos intentan; sino creer a Jesús. Que Él es Dios. Y este es el hecho más impresionante que solo debemos creerle para ser salvos. Juan 8:24

 

            En esta razón debemos entender estos aspectos de la Eternidad:

            2.1. Desde el principio de la fundación del mundo. Heb 9:12

                        a. Antes de que el mundo fuese. Isaías 43:13.

            2.2. La Salvación Planificada en la Eternidad. Isa 52:6; 53:1

                        a. Jesús dijo: que antes que Abraham fuese "Yo Soy". Juan 8:58

                        b. El Dios de Abraham, Isaac y Jacob ha a glorificado a su Hijo. He 3:13

                        c. Un Hijo nos es dado. Su Nombre Padre Eterno. Isa 9:6 d

            2.3. Sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad. Miq 5:2 c.

                        a. El que era y el que había de venir. Apo 1:4,8.

                        b. Hemos seguido su estrella. Mat 2:2. Núm. 24:17.

                        c. En el bautismo de Jesús, Dios anuncia es su Hijo Amado. Luc 3:22, 9:35, Jua 1:22-34

 

            3. Deidad.

            La Deidad de Jesucristo es imposible de ser cuestionada, negada, comprobada, con basamentos Bíblicos para verificarla. Juan 8.23.  Es inútil tratar de demostrar la Deidad de Jesús. Porque Él es. Juan 8:28. Él dijo creedme que Yo Soy en el Padre y el Padre en mí. Juan 4:11. Al igual que Dios en todas las Escritura. 2 Re 17:14; Jesús también se encuentra confrontado con la duda de su pueblo, al no creerle que Él sea. Juan 9:18; 12:37.

             Así que el problema no es demostrar o probar su Deidad. Juan 4: 25-26; 41. Sino la duda que existe, en creer que Jesús es el Hijo de Dios Divino. Juan 14:10-11; 18:8, 37; Y aún después de haberlo visto resucitado, seguían sin creer. Luc 24:11, 41. Todos somos confrontados con esta verdad para creerla.  No para cuestionarla ni confrontarla, mucho menos probarla. Estamos en un enfrentamiento continuo de creerle a Dios y a su palabra o creerles a los hombres. Creemos los siguientes aspectos:

 

            3.1. Antes de que el mundo fuese Él es. Isaías 43:13.

                        a. Es desde el principio. Jua 1:1-3. 

                        Él es el Principio. Pero no el principio que conocemos, sino que Jesucristo era antes de todas las cosas. Y todas las cosas por él fueron hechas. Fueron hechas por Él y para Él. Sal 119:91; Rom 11:36. Enviado cuando vino el cumplimiento del tiempo. Gálatas 4:4.

                        El Hijo es Eterno al Igual que El Padre Eterno. Y si es Eterno es Divino. Es la Deidad. Jesús mismo dijo que era uno con Dios. Juan 10:30. En la transfiguración también se manifestó su Deidad. Mat 16:17, 17:1-5

                        b. Un hijo nos es dado, y la soberanía, autoridad reposará sobre El.  Isaías 9.6;

                        c. Engendrado por Dios. Salmos 2:7; Lucas 1: 31-35.

                        d. Pide adoración al introducirlo al mundo. Sal 66: 4, 45:2, Heb 1:6, Dt 32.43.  

           

            3.2. Es el pan que Descendió del Cielo. Jua 3:13; 6:33, 51; Isa 52:6; 53:12; Rom 1:4

                        a. El verbo se hizo carne. Juan 1:1. Vino, estuvo entre nosotros. Juan 1:11,14

                        b. Jesús hace una oración única, como Hijo de Dios. En Juan 17:3-5

                        c. Jesús sube al Padre a ser glorificado y luego vuelve a dar instrucción. Juan 20:17.

                        d. Los apóstoles glorifican a Jesús. Col 1:16, Heb 1:10. 2 Cor 13:14

                        e. Es revelado a Juan en Apocalipsis como el verbo. Apo 19:13.

 

            3.3. Revelada en las Escrituras su Divinidad.

                        a. Presentado en el Antiguo Testamento su manifestación de forma visible, o teofanía.

                        b. Y es anunciado con el nombre del Ángel de Jehová. Génesis 22:11-12.

                        c. Sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad. Miq 5:2 c.

                        d. Antes de que el mundo fuese. Isaías 43:13.

                        e. Es revelado como el Verbo, la máxima expresión de Divinidad. Apo 19:13

 

3.4. En el cumplimiento de las Escrituras.

a. El Verbo era Dios y todas las cosas por él fueron hechas. Jua 1:1-3

b. En su oración al Padre, dice: glorificame con aquella gloria antes que el mundo fuese. Juan 17:5

c. Jesús salió de Dios, y a Dios iba. Juan 13:3

 

3.4.1. En el nacimiento.

a.       Unos magos del oriente le rindieron adoración. Mateo 2.2, Salmo 81.

b.       La profecía de Egipto llame a mi hijo cumplida. Os 11.1, Mateo 2:13, 20-21

c.       Revelado por el Espíritu Santo a los justos, piadosos Simeón y Ana, Lucas 2:25-38

 

            3.4.2. En su crecimiento.

                        a. A los doce años afirma estar en los negocios de su Padre Lucas 2:49

                        b. Declarado en el bautizo, hijo de Dios por una voz del cielo. Lucas 3:22

                        c. Juan el bautista da testimonio que Jesús es el Hijo de Dios. Juan 1: 32-34

 

            3.4.3. Los hechos transcurren de forma sistemática en las Escrituras.

                        a. Conociendo el tiempo del cumplimiento le rindieron adoración. Mateo 2.2, Salmo 81

                        b. En la presentación en el templo, Simeón y Ana, anuncian al Salvador. Lucas 2:25-38

                        c. A los doce años afirma estar en los negocios de su padre. Lucas 2:49.

                        d. Fue declarado en el bautizo, Hijo de Dios. En quien Dios tiene complacencia. Lucas 3:22.

                        e. Juan el bautista, da testimonio de que Jesús es el hijo de Dios. Juan 1: 32-34.

                        f. Jesús dijo: “Yo y el Padre somos uno.” Juan 10:30.

                        g. Jesús dijo: “En verdad, en verdad les digo, Yo soy”. Jua 8:58

                        h. Fue revelada a Pedro, según se lo declaró Jesús. Mateo 22:45

                        i. Se transfigura delante de tres de sus discípulos. Mateo 16: 17, 17: 1-5

                        j. Un discípulo de Jesús llamado Tomás le dice: “¡Señor mío y Dios mío!” Juan 20:28

                        k. Jesús recibe adoración. Mateo 2:11, 14:33, 28:9, 17; Lucas 24:52 y Juan 9:38; Apo 19:10

                        l. Los apóstoles dan testimonio de Él. 1Pe 1:10-25; Fil 2: 6, Col 1:17, Efes 1:4

 

            3.4.4. Hace una oración al Padre única: Glorificame con aquella gloria. Juan           17:5

                        1. Declaración del Padre hacia el Hijo refiriéndose a él como Dios. Hebreos 1:8

                        2. El Padre se refiere a Jesús. “Más del Hijo dice:” Tu trono, oh Dios es Eterno. Sal 45:6

 

            3.4.5. Juan escribe y afirma que Jesús había salido de Dios, y a Dios iba. Juan 13:3 

 

            3.5. Los apóstoles escriben y revelan las Escrituras:

            3.5.1. Pablo escribió a los romanos para explicarle.

                        a. Hijo de Dios, del linaje de David según la promesa en la carne. Rom 1:2-3; Isa 9: 7

                        b. Declarado Hijo de Dios con poder por la Resurrección. Rom 1:1-4, Oseas 6:2; Isaías 42:1

                        c. Por El Espíritu de Santidad. Rom 1:4; Lucas 3:22.

            3.5.2. Tito le dice: Gran Dios. Tal como lo anunció Daniel. Dan 2:45; Ti 2:13

            3.5.3. Su Nombre Emanuel. Dios con nosotros. Ex 20:19; Isa 7:14; 8:8; Mat 1:23

            3.5.4 Es la propiciación por el pecado. 1 Juan 2:2.

                        a. No conoció pecado, fue hecho pecador por nosotros. 2 Cor 5:21

                        b. Dios estaba en Cristo, reconciliando consigo mismo al mundo. 2 Cor 5:19

            3.5.5. Evidencias después de la ascensión de Jesús, en sus palabras cumplidas.

                        1. Envía la promesa del Padre. Luc 24:49, He 1: 4, 2:1-36

                        2. La muerte del primer mártir vio a la Diestra del Padre a Jesús.  He 7:55

                        3. Luego el apóstol Pablo tiene un encuentro con Jesús. Hechos 9:5

            3.6. La muerte de muchos mártires. Y sus palabras antes de ser martirizados confirman su Deidad. Policarpo antes de entregar su vida al martirio de ser quemado vivo dijo: “Señor Dios soberano, te doy gracias, porque me has tenido por digno de este momento, para que, junto a tus mártires, yo pueda tener parte en el cáliz de Cristo. Por ello te bendigo y te glorifico. Amén”. La Muerte por causa de creer en Cristo.

            3.7. Su tumba hasta el momento vacía. No está aquí a resucitado.  Mat 28:6

 

            4. Plenitud.

            El apóstol Juan escribió y de su plenitud tomamos todo, gracia sobre gracias. Juan 1:16. También nos dice el apóstol Pablo nos dice: Dios sometió todas las cosas bajo sus pies, y la dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que todo lo llena en todo. Efe 1:18-23.

            En Jesús habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad. Col 2:9. Por cuanto agradó al Padre. Col 1:19. Porque él es la imagen de Dios invisible; en él fueron creados; por él y para él son; y por el subsisten; y por él participamos de su herencia Eterna. Col 1:15-17 

            Decimos que Jesús es su esencia, su sustancia, la plenitud de aquel que nos llamó de las tinieblas a la luz. Porque Jesús vino a sacar al hombre de la oscuridad donde estaba sumergido. Y porque Jesús nos vino a mostrar quien verdaderamente es Dios. Heb 1:3. Jesús obedeció en todo a Dios y se sometió a su voluntad pasando por aflicciones y la muerte en la cruz. Perfeccionando en su simiente, en su cuerpo; el autor de la vida. El cuerpo en desobediencia del hombre; sometido a obediencia en el cuerpo de Jesucristo. Heb 2:10.

            En este sentido el cuerpo humano de Jesús representado por su vida es su carne y su sangre sometido a padecimiento y muerte en la cruz. Pues Jesús no solo entrego su cuerpo, sino que su sangre fue derramada. Y Murió Jesús el hombre perfecto. Pero Jesús Hijo de Dios no Murió. Murió la humanidad de Jesucristo para redimir al hombre.

            En esta razón resucitó El Hijo de Dios Eterno con el cuerpo perfecto. Porque Jesús tiene el poder de poner su vida y de volverla a tomar. Jua 10:18. Y Jesús también dijo: los tomaré a mí mismo. Juan 14:3. Y el salmista también dijo: cuando despierte a tu semejanza. Sal 17:5. Es decir; tomaré a él mismo es levantarse a su semejanza en la redención Eterna. Porque seremos semejante a él porque lo veremos en gloria. 1 Juan 3:2. Y somos hechuras suyas creados en Cristo Jesús. Efe 2:10

            En Ezequiel se nos presenta una visión más amplia y grande de la gloria de Dios. También presenta su gloria que vino al Templo. Suponemos el Templo de Salomón. Pero le mostro a Ezequiel que salía del Templo.  La salida de su Gloria del Templo y también indica por qué salía. Ez 8 y 9.  Y luego la entrada nuevamente en la restauración. Luego una nueva salida y luego otra entrada a la tierra.  Esta es la representación de la salida de Dios del Templo por profanar su Templo.

            En esta razón cuando Jesús vino la gloria de Dios no estaba en el Templo. Estaba en Jesucristo. El Templo de Dios. Dios presenta su gloria cuando Jesús resucitó a Lázaro. Fue Dios que decidió salvarlos. No ejecutaron ellos un plan de salvación para venir a morir alguno por ellos, solo Jesús murió por ellos. Es Jesús su esencia. Dios es un Dios justo. Su pueblo lo había abandonado, lo había dejado tras dioses ajeno. En su justicia envió a Jesús, para hacerse responsable de todo el pecado de su pueblo.

            Y por esta razón es Jesús su esencia. Él es la sustancia de Dios invisible. La plenitud, que lo llena todo porque nos justificó, nos santificó y nos redimió en su sabiduría. Él es la simiente humana, que nos salvó. La promesa en su simiente es creer en El. Y siendo también Dios, tomo la forma de hombre para poder ejecutar la redención.

            Por tal razón debemos comprender su plenitud es:

                        a. Revelada en la bendición de Moisés a Israel. Dt 33:16

                        b. Revelada a David. Sal 24:1

                        c. Revelada a Juan el Bautista. Jua 1:16

                        d. Revelada a los Apóstoles. Col 1:19; 2:9

                        e. Su amor es toda la plenitud de Dios. Jua 1:16; 3:16; Efe 3:19

           

            4.1. Sustancia. Esencia. Col 2:9  

                        a. Jesús sano a los leprosos. Lev 14.3; Mat 8:2; Mar 1:40

                        b. En la historia nadie había venido a sanar tal enfermedad.  Luc 4:27.

                        c. Una persona atada con grillos y con cadenas pudo ser liberada. Mat 8:28.

                        d. Multiplico el pan y muchas personas fueron alimentadas. Luc 9:16-17

                        e. Los pobres que lo seguían. A todos atendió, sano de sus enfermedades. Luc 5:15; 6:17

             

            5. Gracia.

            Jesucristo vino a mostrar la gracia de Dios, el regalo de la salvación a todos los hombres y a la humanidad entera. La gracia de Dios que le reveló a Moisés en el Tabernáculo Ex 28:36-38. La que reveló a sus profetas a Isaías dijo: sin dinero serian rescatados. Isaías 52:3. Y Jesucristo pago el precio del rescate. Dios lo dio de gracia, es decir; sin pagar nada. Solo que le crean. Y es un don de Dios. Efe 2:8. Juan nos dice: de su plenitud tomamos todos y gracia sobre gracia. Jua 1:17

            Dios le dijo al pueblo de Israel que después de todo los había salvado por pura gracia. Y el apóstol nos dice que la salvación es un don de Dios. Un regalo. La gracia de Dios. Efe 2:8. Noé, Abraham, David su pueblo Israel hayo gracia en Dios. Jer 31:2. Así todos aquellos que creamos a Jesucristo, es lo que Dios nos dice en su palabra, hemos hallado la gracia en Dios. Por su gracia nos redimió, justificó y santificó. 1 Cor 1:30

 

            5.1. La Gracia del Único Dios Verdadero. Dt 33:16   

                        a. Somos salvos por graciaA través del don de fe para recibir su amor. Isa 53:11; Efe 2.8

                        b. Dios los amo de pura gracia, porque su ira se apartó de ellos. Ose 14:4

                        c. Noé hayo gracia y Dios lo salvó cuando destruyó al mundo con agua. Gen 6:8

                        d. Abraham y Jacob conocía de la gracia de Dios. Gen 18:3; 33:10

                        e. Dios los amo de pura gracia, porque su ira se apartó de ellos. Ose 14:4

                       

            6. Humanidad. 

            Jesús seria humano, y Dios lo había anunciado y revelado. Y Dios dio la iluminación de la revelación de su palabra a los levitas encargados de enseñar y explicar a su pueblo, tal como él lo había decidido y planificado. Dt 33:10. Después que se multiplicaron como era también su voluntad. Dios reveló a Moisés y escribió su Palabra.

            Pero cuando Moisés escribió lo revelado en Génesis ya los hombres invocaban el Nombre de Dios como nos indica Gen 4:26. Luego Dios ha Abraham le indica realmente como seria su sacrificio. Gen 22:16. Jesús dice: que Abraham se gozó esperando ver este día de la redención y lo vio. Juan 8:56. Y Jacob pronuncio bendición sobre sus descendientes porque esperaba ver este día de su venida. Gen 49:18. Moisés bendijo al pueblo porque también esperaba la salvación a través de su simiente. Dt 33:29

            Al profeta Isaías le revela sobre la Simiente Santa, como el renuevo de su pueblo. Isa 6:13. Luego el Apóstol Pedro explica en el libro de los Hechos, al pueblo que habían creído en Jesucristo, que ellos son los hijos del pacto que Dios hizo con sus padres, manifestándolo a Abraham: En tu simiente serán bendita todas las familias de la tierra. He 3:25. Luego explica el apóstol Pablo a los gálatas que no dice a las simientes, sino de uno; Y a tu simiente, refiriéndose a El Señor Jesús. La simiente Santa. Gal 3:16

            Los planes de Dios en su Hijo fueron desechados por su pueblo desde el comienzo. Dios ha querido siempre y así lo ha trasmitido crear un pueblo para él. Ese fue su plan con su Hijo de un pueblo por él y para él. Fue revelado y manifestado en las Escrituras. Transmitido a su pueblo en sus generaciones. Que de su descendencia vendría el que los salvaría de sus pecados y regiría a Israel.

            Este plan de Dios fue desechado y no lo comprendieron. Y destruyeron todo lo que Dios había construido a través de este pueblo. Y sus juicios vendrá a causa de este desprecio que hicieron en su Hijo, en su linaje, en su descendencia; por eso se llama la piedra que los edificadores rechazaron vino a ser cabeza del ángulo. Sal 118:22. Como lo indico Jesús. Marc 12:10

            ¿Quiénes edificaban? el pueblo sin Dios, Israel sin tomar en cuenta los planes establecidos por Dios, de darle un salvador de su linaje, pero les dio el que Dios escogió, no los que ellos escogieron. Y quien es la piedra angular Jesucristo, su Hijo, su renuevo, que nació según la voluntad. Y los propósitos de Dios con el hombre de la descendencia que Dios escogió, no el pueblo de Israel. Cumpliendo Dios todos sus propósitos con ellos. Josué 21:45; Luc 9:51

 

            6.1. Humano.

            La condición humana que tomo Jesús para poder redimirnos, puede ser difícil de explicar, pero lo podemos entender, porque al hombre Dios lo hizo eterno. Ecle 3:11. Pero muere por causa de la desobediencia que traemos del primer hombre y la que nosotros mismo causamos. Era necesario que Jesús al venir a redimirnos posea cuerpo y sangre, que es la vida. Al hacer la obra expiatoria en su cuerpo y con su sangre. Para en este mismo cuerpo resucitar. He 3:13. Para darnos un cuerpo nuevo glorioso, después de haber sido Glorificado por el Padre. Heb 2:14-17. Y de esta forma:

                        a. Restaurar su Imagen en los hombres. Isa 52: 13; 53:2-11

                        b. Padeció y su sufrió en carne y sangre para redimir a los hombres. Isa 52:14-15; 53:2-11

 

            6.2. El Mesías Humano.

                        a. Hizo uno porque buscaba una descendencia para Dios. Mal 2:15

                        b. Una sola carne. Gen 2:24.

                        c. Juan refiere la naturaleza humana de Jesús. Juan 1:14-15.

                        d. La palabra de Dios anunciada por los profetas y las escrituras, se hizo carne. Jua 1:14

                        e. Y él responderá: Con ellas fui herido en casa de mis amigos. Zac 13:6

 

            6.3. Cumplimiento de las profecías en su humanidad.

                        a. Justo y salvador, humilde, y cabalgando. Zac 9:9 Gen 49:11. Mat 21.5. Luc 19:33-35

                        b. Moraré en medio de ti, ha dicho Jehová. Zac 2:10     

                        c. Y moraré en medio de ti; y sabrá que me ha enviado. Zac 2:11 

                        d. Y Jehová poseerá a Judá su heredad en la Tierra Santa. Zac 2:12 

                        e. Él se ha levantado de su Santa Morada. Zac 2:13. Mar 3:8, Mat 15:41.

                        f. He aquí, yo traigo a mi siervo el Renuevo.  Zac 3:9 Porque he aquí aquella piedra que puse delante de Josué; sobre esta única piedra hay siete ojos; he aquí yo grabaré su escultura, dice: Jehová de los ejércitos, y quitaré el pecado de la tierra en un día. Zac 3:8, Juan 19:30, Sal 69:21. 

                        g. En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, cada uno de vosotros convidará a su compañero, debajo de su árbol de uva y debajo de su higuera. Zac 3:10 Natanael dijo Rabí tu eres el hijo de Dios. Lo dijo acordándose de la profecía. Porque Jesús le dijo: te vi debajo de la higuera. Juan 1:49

                        h. Profecía de la palabra de Jehová acerca de Israel. Jehová, que extiende los cielos y funda la tierra, y forma el espíritu del hombre dentro de él, ha dicho: He aquí yo pongo a Jerusalén por copa que hará temblar a todos los pueblos de alrededor contra Judá, en el sitio contra Jerusalén.

                        Y en aquel día yo pondré a Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos; todos los que se la cargaren serán despedazados, bien que todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella. Zac 12:1-14. Esta profecía se cumplió 70 años después de la muerte y resurrección de Jesús en parte. Parte falta cumplir en su segunda venida en gloria.

                        i. Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén. Espíritu de Gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito. En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén, como el llanto de Hadadrimón en el valle de Meguido. Zac 12:11

                        De igual forma como humano recibió traición. La traición de Judá para indicar el lugar donde estaba el Mesías. Zac 11:11-13.  Y me dijo Jehová: Echalo al tesoro; ¡hermoso precio con que me han apreciado! Y tomé las treinta piezas de plata, y las eché en la casa de Jehová al tesoro. Mat 27:6-10

                        En este orden de idea, va de aldea en aldea como humano, se traslada de un lugar a otro con sus discípulos. Tiene sentimientos humanos de anhelo y deseo, como el que siente cuando hace la última cena con sus discípulos. Luc 22:15. Jesús deseó la salvación para su pueblo, deseó la Cena no por la comida a consumir; sino era el momento de anunciar su Pacto con sus escogidos, sus discípulos, deseó el momento de pronunciar su Pacto. Sal 119:174

                        También como humano siente el último momento antes de morir. Cuando dice a Pedro que su alma esta angustiada hasta la muerte, y en la oración que hizo en Getsemaní. Isa 53:7; Mat 26:37. Anuncia su padecimiento. Mat 16:21.

                        j. En la profecía de Isaías se describe todo el sufrimiento humano del Mesías. El renuevo por haberse mesclado con otros pueblos y haberse destruido toda la descendencia de sus príncipes, algunos eunucos, el desprecio humano de su generación, el sufrimiento, las heridas. Y su victoria después de haber entregado su vida en expiación por el pecado en obediencia a la voluntad de Dios. Isa 53:2-11

 

            7. Unidad.

            Desde el inicio en las Escrituras se habla de una Unidad continua en relación a sus planes y propósitos en su creación. A pesar de tener innumerables traducciones se ha preservado la esencia de lo que Dios ha querido transmitir. Y advirtió: Jehová tu Dios uno es. Dt 6:4. Es la Unidad en su voluntad para manifestar su Nombre. Manifestó su diestra y su Espíritu.

            En este sentido Jesús manifestó su Nombre a su pueblo. Juan 17:6. Todo se hizo en Unidad a su voluntad. En la oración que Jesús enseñó, indicó que en el cielo se hace la voluntad de Dios. Mat 6:10; Sal 40:8. E Isaías también nos indica que hizo la voluntad de Dios, y su voluntad es prosperada por el Mesías. Isa 53:10

            La palabra manifestar se traduce como revelar. La explicación más exacta de la Unidad de Dios la reveló Jesús. Cuando dijo que él y el Padre son Uno. Juan 10:30. Y el Padre está en Él, y Él en el Padre.  Juan 10:38. Así como nosotros somos uno, fue la especificación más exacta de unidad explicada por Jesús.  Juan 17:22

 

            7.1. Unidad en sus planes.

                        a. Desde el principio de la creación, anuncia la unidad: hagamos al hombre. Gen 1:26

                        b. Cuando el hombre desvió sus planes. Se dice: confundamos sus lenguas. Gen 11:7

                        c. Su voluntad unida a ejecutar su redención. Isa 6:8; 53:10; Mat 3:16-17

 

            7.2. Unidad en el Mesías.

                        a. Emanuel, que traducido es Dios con nosotros. Isa 7:14; 8:8; Mat 1:23

                        b. En el cumplimiento de su venida. Mat 17:5

                        c. Dios está en Cristo, reconciliando al mundo consigo mismo. 2 Cor 5:19

 

            7.3. En el Antiguo Testamento.

7.3.1. Anunciado con el nombre de Ángel de Jehová. Génesis 22:11-12.

      a. La Unidad con el Ángel de Jehová. Núm 22:22; 2 Sam 24:16; 1 Cr 21:15-27

      b. La Unidad con su brazo extendido. Dt 11.2; Luc 1:51

7.3.2. Es desde el principio, desde los días de la eternidad. Miq 5:2 c.

      a. Antes de que el mundo fuese. Isaías 43:13.

                        b. Jehová dijo a mi Señor: siéntate a mi diestra. Salmo 110:1.

                        c. Y otra vez dice: Sal 11o: 5. El Señor está a tu Diestra. Juan 22:45

 

            7.4. En el Nuevo Testamento.

                        a. Uno, así como nosotros. Uno somos. Somos Uno. Jua 10:30; 17:11; 22

                        b. El Padre mora en mí.  Juan 14:10

                        c. Yo soy en el Padre y el Padre en mí. Juan 14:11

                        d. Salí del Padre y voy al Padre. Juan 16.28

                        e. Siendo igual a Dios y estando en la condición de hombre. Fil 2:6-9. 1 Cor 15

 

7.5. Unidad en la Naturaleza.

a. Unidad en la naturaleza Divina y humana. Juan 1:1-5, 9-14

b. Divino y humano engendrado, no creado. Juan 1:14 a, Lucas 24:39

c. Dios hecho hombre en la concepción. Dios con nosotros. Mateo 1:23

d. El hijo de hombre, Hijo de Dios. Lucas 9:44, 22:70

e. Manifestado en carne y justificado en el Espíritu. 1 Tim 3:16.

f. Vino al mundo, tomo humanidad participando de carne y sangre. Heb 2:14.

g. Siendo igual a Dios y estando en la condición de hombre. No se aferró a ser igual a Dios para portarse como tal, sino como hombre entando en el cuerpo humano obedeció a Dios y muere como hombre. Fil 2:6-9. 1 Co 15.

 

            8. Santidad.

            En el tabernáculo conforme al modelo le muestra su Santidad. No solo santificando y ungiendo todo lo concerniente a elementos y utensilios del Tabernáculo, sino que los sacerdotes tenían una tablilla o lámina con el Nombre Santidad a Jehová. Ex 28:36; 39:30. En la profecía anunciada por Zacarías no solo pronuncia su Salvación, sino su Santidad. Zac 1:68-75.

            En este aspecto debemos entender:

                        a. Él es Santo y su nombre fue santificado. Isa 52:6; 53: 9; Ez 36:23

                        b. El hizo promesa a David.  1 Cr 17:11-15, Luc 1:75   

                        c. Promesa cumplida en Jesucristo. Rom 1:2-7

                       

            8.1. El Hijo de Dios es Santo.

                        a. Santo y temible es su nombre. Sal 99:3; 111:9

                        b. Será exaltado en Juicio y santificado con Justicia. Isa 5:16

                        c. Desnudo su Santo Brazo ante los confines de la tierra. Isa 52:10

                        d. Llamado Santo de Israel quien honró a Jehová. Isa 55:5

                        e. Hará notorio su Santo Nombre. Ez 39:7

                        f. Llamado Santo Ser, Hijo de Dios. Luc 1:35

                        g. Llamado Santo de Dios. Marc 1:24

 

            8.2. Ser Santo, como Dios es Santo.

            8.2.1. El hijo de Dios es Santo.

                        a. Él nos llamó, él es santo, debemos ser santo como lo es él.  1 Pe 1:15-16.

                        b. Santifiquémonos, y seamos santo porque Dios es Santo. Lev 20:7; 1 Pe 1:16

                        c. Jesús dijo: Santificalos en tu verdad, tu palabra es verdad. Jua 17:17; Ex 19:10

                        d. Por medio de su Jesucristo. Dios nos santifica por completo. 1 Te 5:23

 

                        e. La santidad está en Jesús. Sigamos la santidad. Heb 12:14

 

 

            8.3. Santificación en el Antiguo Pacto. Antiguo Testamento.

                                                                                                               

                        a. Con la sangre del Cordero inmolado, rociada. Ex 29:21

           

                        b. En la fuente y con el aceite de la unción. Ex 30:17-31, Ex 40:9;

 

                        c. Era necesario lavarse las manos y los pies en la fuente para no morir, debía hacerlo el sacerdote que entraba en el Altar a ministrar, para no morir. Ex 30:21

 

                        d. Pidió no profanaran su templo, Él es que santifica. Lev 22:32

 

                        e. Dios santificaría su gran nombre profanado. Ez 36:23

 

                        f. En la Ley casi todo era santificado con sangre.  Heb 9:22

                                   

                        g. Sin derramamiento de la sangre no había remisión de pecado. Lev 17:11

 

 

            8.4. Santificación en el Nuevo Pacto. Nuevo Testamento.

 

                                   

                        a. Jesús el cordero derramó su sangre por los pecados cometidos contra Dios en su palabra, su ley, mandamientos y preceptos cometidos por el hombre. Isa 53:7-8

 

                        b. Por medio de la ofrenda de su cuerpo santificarnos. Heb 10:10-14

 

                        c. Mediante la ofrenda voluntaria del cuerpo de Jesucristo. Una vez y para siempre. Heb 10:5-14; 2:11

 

                        d. Mediante la fe en su obra, por medio del Espíritu Santo, que nos revela la verdad. Jua 17:19, 2 Te 2:13; Juan 16:8, 1 Pe 1:2; Rom 15:16; 1 Cor 6:11

 

                        e. Mediante su gracia. Jua 17:17, 19; Efes 1:10-13; 2:1-10; He 20.32

 

                                   

            8.5. Obedecer a la verdad y ser santo como Dios lo es Santo.

 

                        a. Tengamos gratitud y obediencia por la salvación. Heb 12

 

                        b. Él es Santo. Seamos Santo en toda la manera de vivir. 1 Pe 1:1-16

 

                        c. Obedeciendo en el temor a Dios. Porque ya Él nos salvó.  2 Cor 7:1

 

                        d. Vestidos del nuevo hombre. Porque ya nos santifico. Efe 4.1-24

 

            9. Sanidad.

            Dios hizo al hombre bueno, y ninguna enfermedad hubo en él, hasta que decidió desobedecerle y contrajo las enfermedades por causa de estar en un cuerpo de muerte. Dios escoge un pueblo para bendecirlo y alejar las enfermedades de ellos, enseñándoles leyes, entre ellas las sanitarias para que a través de ellas puedan ser preservados de enfermedades. Jer 16:11; 44:23

            En este orden de ideas las leyes que Dios le impuso al pueblo de Israel les beneficiaban en todo a ellos, pero ellos no comprendieron y las desobedecieron hasta el punto de desecharlas. Es así que ellos mismos se causaron este mal contra ellos como luego Dios se lo indica a sus Profetas. Dan 9:13

            Por esta razón Dios le indica que le traerá sanidad y medicina a su cuerpo, porque habían abandonados sus leyes y habían contraído las enfermedades que Dios le había advertido que tendrían por desobedecerle. Jer 11:10. Y el Mesías le traería la medicina y el sanaría a su pueblo no solo de sus pecados, sino de sus enfermedades, de igual forma los liberaría de todo el mal por su idolatría. 

            Por esta causa vino todo el mal, ya que ignoraban o no que el culto a Moloc les traería ceguera espiritual, los apartaría de los planes de Dios, traería enfermedades, influencias malignas y espíritus inmundos a ellos, por otra parte, el temor se convertiría en miedo, y no en Temor a Dios. Miedo a las tinieblas y no podrían defenderse con la luz porque anduvieron en tinieblas. Isa 66:4. Solo a través del advenimiento de Mesías verían la luz. Y serian sanado de todas sus enfermedades como en efecto se cumplió y sucede.  Isa 53:5.

            En esta razón la sanidad es:

                        a. Profetizada la sanidad que traería El Mesías. Jer 33:6; Isa 53:5

                        b. Anunciada: Llevara sanidad a las naciones. Jer 33:6; He 4:22

                        c. Por causa del pecado la muerte paso a todos y nos sanó por sus llagas. Isa 53:5

 

            9.1. Aspecto de la Sanidad que traería el Mesías.

                        a. Anduvo sanando a todo el pueblo. Mat 4.23; 9:35; He 10:38

                        b. Cumplida en la fe de los apóstoles y el pueblo. He 4:22        

                        c. Por medio de la fe en su Nombre, que es por El. He 3.16

                        d. Siempre Dios responde por medio de la oración. He 4:30

                        e. Dios reparte sus dones de sanidad. El sigue sanando en la actualidad. 1 Cor 12:9; 1 Pe 2:24

 

            9.2. ¿Porque enfermamos y necesitamos ser sano?

                        a. Las enfermedades fue causa de la desobediencia. Ex 15.26   

                        b. Nuestros cuerpos son sanados creyendo en la obra de Cristo. 1 Cor 11:27-30

                        c. Las enfermedades las llevo Jesucristo. Isa 53:5-6

 

            9.3. ¿Porque todos no somos sanos?

            Desobedecer sus leyes y sus mandamientos es la causa de las enfermedades. Y hay muchas enfermedades congénitas. No todos tienen la fe para que suceda y por eso buscan la ciencia. Todo es por fe en Cristo, en su obra, en su voluntad. Isa 53:5; He 3:16

            Sin comprender la Cena del Señor sin discernir su cuerpo y sangre que fue entregado por nuestros pecados. Si de esta forma la comemos. Podemos enfermar y morir. Es necesario entender su obra vicaria. Su cuerpo entregado por la sanidad de nuestros cuerpos, porque fuimos sanados en Él. Las enfermedades cayeron en El. Y su sangre fue derramada para perdón de nuestros pecados. Si entendemos que hemos sido perdonados, somos igualmente sanados.  1 Cor 11:29-30

            Estamos en un cuerpo de muerte, todavía no se ha manifestado la redención total. Rom 7:24. Por lo tanto si estamos en este cuerpo estamos expuestos a enfermedades, y sobre toda la de contagio, como pandemias.

 

            10. Salvador.

            Dios siempre reveló su salvación desde el principio de su creación. Hubo un sacrificio de un ser vivo inocente, para tomar su piel para hacer túnica y vestir a la pareja que vivía en el Edén. Ellos se hicieron delantales de hojas de Higuera. Dios los vistió de pieles. Representando el sacrificio de su Hijo Jesucristo y la nueva vida. La salvación es una nueva vida en Jesucristo. Dios los vistió. Dios nos da la nueva vida. Siempre reveló Dios su salvación. Gen 3:7,21

            En este sentido Dios salva a Noé y a su familia del diluvio en el arca. Gen 7:7. El arca mostrada también en el desierto a Moisés desde otro aspecto para testimonio, representa la salvación en Jesucristo. Ex 25:21-22. Promete la salvación Abraham y a su descendencia. Gen 22:2, 10-18.

            En este mismo sentido escoge a un pueblo para mostrar su salvación a sus hijos; a su descendencia; a la humanidad. Dt 4:10. Y al apóstol Pablo le revela que lo único que vale es una nueva vida, una nueva creación. Ga 6:15. Tal como se lo dijo Jesús a Nicodemo es necesario nacer de Nuevo. Juan 3:7. Dijo que era necesario. Sino nacemos de Dios, de su Espíritu Santo no podemos ver su reino.  Juan 3:3

            En consecuencia, para nacer de Nuevo, hay que entender la salvación y ¿Quién es el salvador? Por lo tanto, la salvación solo es de Dios. Porque ningún hombre puede nacer de nuevo. Solo Dios lo puede hacer. Cuando creemos en su salvación. Si no creemos en el salvador Jesucristo, no naceremos, por lo tanto, no tendremos su vida. Es necesario creer a Jesucristo como salvador. Juan 1:12-13; Efe 1:13-14.

            En esta razón debemos entender estos aspectos de la salvación:

                        a. Nos hizo justo delante de Dios y se apartó su ira. Isa 52:3; 53:6,11

                        b. La potencia salvadora de su diestra. Sal 20:6; Isa 45:21

                        c. Jehová es nuestra salvación, él nos dio un poderoso salvador. Luc 1:68-69

 

            10.1. La venida del Salvador.

            10.1.1. Es Eterno. Es desde el principio. Miq 5:2, Isa 41:25-27, Juan 1.1. Sal 110:1; Mat 22:42-45

                        a. Prometido.  En las Escrituras. Gen 49:18, Sal 91:16, Isa 51:6, 52:10.

                        b. Nació. De una virgen concebiría y su nombre es Emmanuel. Isa 7:14, Mat 1:22

                        c. Concebido. Del Espíritu Santo es. Isa 11:2, Mat 1:20

                        d. Del linaje de David. Sal 89:3-4, Isa 9:7, Jua 7:42

                        e. De Egipto llame a mi hijo. Os 11:1, Mat 2:15

                        f. Llamado Nazareno. Núm 6:2, Mat 2:23

                        g. Ciudad donde nació: En Belén. Miq 5:2, Mat 2:1,2

            10.1.2. Su nombre: Admirable, Consejero, Padre Eterno, Príncipe de paz. Isa 9:6, Mat 1:23

                        a. Salvará a su pueblo de sus pecados. Sal 130:8, Mat 1:21.

                        b. El Pueblo asentado en tinieblas vio gran Luz. Isa 9:1-2, Mat 4:16

                        c. El mismo llevo nuestras enfermedades. Isa 53: Mat 8:17.

            10.1.3. Su siervo, escogido, en quien tiene complacencia. Isa 42:1, Mat 12:18-21

                        a. Sobre mi ropa echaron suerte.  Mat 27:35, Jua 19:24.

                        b. Dijo que iba a padecer y resucitar al tercer día. Isa 53:5, Mat 23:46-49.

                        c. Dijo tengo sed, como dice las escrituras. Sal 61:21, Jua 19:28

                        d. No será quebrado ninguno de sus huesos. Sal 34.20, Ex 12:46, Jua 19:36.

                        e. Resucita de los muertos. Sal 116:10, Os 6:2, Isa 42:1-7, Da 7:14.

            10.1.4. Profecía: ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? Y no le creyeron. Isa 53:1, Juan 12:38.

10.1.5. Soplo y recibieron al Espíritu Santo. Ez 36:24-25. Jua 20:22

            10.2. Obra Vicaria.

            10.2.1. La Obra de Salvación.

            La obra Vicaria, fue la que hizo Jesús para Justificar, Santificar y Redimir a el hombre, a la humanidad. La obra Vicaria tenía que ser carne y sangre, porque representa la vida. Gen 9: 4.

            Jesús vino, posee carne y sangre para poder redimir en su sangre a la humanidad. Que muere por desobedecer a Dios. Gen 2:17.

            La obra vicaria es la siguiente: Él le da su vida en rescate de muchos. El que cree en su obra tiene la vida. La vida y la muerte estaban condicionadas con obedecer a Dios. El primer hombre desobedeció y todos desobedecieron y por ende la muerte paso a todos. En esta razón nuestra obediencia se basa en creer a lo que Jesucristo hizo para darnos la salvación.

            El Segundo Hombre Jesús obedeció en todo a Dios. Para dar vida. Cuando estábamos muertos en desobediencia, es decir: en delitos y pecados. Efe 2:1

 

            10.2.2. Muerte y Resurrección.

            La muerte y resurrección de Jesucristo fue el plan de Dios para salvar a la humanidad. Y para mostrar que hay vida más allá de la muerte. Dios lo estableció y hay que creer. Dios le dijo al primer hombre que no comiese del Árbol para que no muriese. Y Jesús le dice el que comiera mi cuerpo y mi sangre no morirá, sino que tendrá vida. Creer en esta Obra es lo único que pide Jesús. Y es lo que significa comer y beber su sangre.

 

            10.2.3. Carne y Sangre.

            Cristo vino hacer un alma viviente engendrado por el Espíritu de Dios. Es la misma esencia o sustancia de Dios. Pertenecía a la carne y sangre que el escogió del linaje de David.  Pero pertenece a la Divinidad porque es el Único Hijo de Dios concebido por el Espíritu Santo. El Alma humana de Cristo procedía de la simiente humana, pero el Alma humana de Cristo también es Divina. Jesús tenía mente y corazón humano. Pero también tenía mente y corazón Divino.

                                   

            10.2.4. Planificada en la Unidad.                                           

            Es de suma importancia prestar mucha atención a la obra vicaria. Que tiene las siguientes especificaciones:

            a. Fue planificada en la eternidad en la Unidad.  En su Hijo y su Espíritu. Desde antes de la fundación del mundo. Mat 13:35; 25:34; 17:24; Efe 1:4; Heb 4:3; 1 Pe 1:20.

            b. Lo anunció, lo manifestó, por los profetas en las Escrituras. Isa 52, 53

            c. Escogió a un pueblo a Israel, a hombres para anunciar y mostrarle su plan, como sus testigos, tales como: Adán, Noé, Abraham, Isaac, Jacob, Judá, Fares, Moisés, Arón, Josué, Nohemí, Samuel, David, Natán, Daniel, Zorobabel, Mardoqueo, Ester, Nehemías, Isaías, Jeremías, entre otros.

            d. El anunció y manifestó su obra a profetas, patriarcas, jueces, reyes y sacerdotes. Fue un costo demasiado alto.

            e. La realización de la obra en obediencia a Dios por Jesús costó más de lo que nos podemos imaginar: Costo carne y sangre humana de Jesucristo en sacrificio. Toda su alma en sacrificio. Tuvo un costo Divino, despojarse de su gloria y venir en completa humildad.

            Además del desprecio, padecimiento y sufrimiento; lo dejan solo, lo niegan, lo traicionan, lo cambian por un malhechor, lo escarnecen, lo escupen, le dan vinagre por agua, le hieren los costados, las manos y pies. Le colocan una corona de espina, menean la cabeza ante él. Dicen a otros salvo y a él no.

            f. La obra de Dios, ya fue acabada, y Dios ya descansó de su obra. Nosotros solo tenemos que creerla y obedecer a este mandato. Solo por un profundo agradecimiento obedecemos, en la unidad de su Espíritu quien es nuestro consuelo.

            g. La obra vicaria la planificó el Único Dios verdadero, en Unidad a su Ungido y a su Espíritu, y la realizo en obediencia. Su Hijo. ¡Cómo se puede perder algo que Dios ya nos ha dado y nosotros ya lo hemos recibido! Al menos que nosotros despreciamos y desechamos su obra y este regalo, como lo hizo el pueblo de Israel. ¡Y después de costarle tanto a Dios, nuestras vidas, como la va a dejar perder! Como indicó Jesús ninguno de ellos se perdió, solo el hijo de la perdición. Juan 17:12

 

            10.2.5. Ejecutada por el Mesías.

                        a. La Diestra de Dios en el Cielo. He 7:56; Mar 16:19; Mat 26:64; Sal 110:5

                        b. La Diestra vino, ejecutó la Obra Vicaria en carne y sangre. Luc 22:69

                        c. Glorificación de la Diestra. Apo 15:4

 

            10.2.6. Guiada por el Espíritu Santo.

                        a. Encargado de guiar al hombre a la salvación. Juan 16:13; Rom 8.14  

                        b. Glorifica al Mesías en el corazón del hombre. Rom 1:21; He 21:20

                        c. Da poder para anunciarlo y proclamarlo, ser sus testigos. He 1:8

                        d. Guía al hombre a toda la verdad. Juan 16.16

                        e. Redarguye de pecado, justicia y Juicio para que crean. Juan 16:8

                        f. Nos da el don de fe. Lo guía en todo para que sean confirmados. Efe 2:8; Rom 8:14

                        g. Sella y garantiza la redención. Efe 1:13

           

            10.2.7. Significado del Sacrificio y Resurrección de Cristo. Rom 1:1-5; 6:5-14

 

            10.3. Descripción de la doctrina de la Salvación en Jesucristo.

            La salvación implica la justicia de Dios. Dios es Justo. Y al hombre Comete injusticia. Al no someterse a la ley Divina de Dios. Al desobedecer su palabra, ordenada, su pacto establecido por Dios. Como sucedió al primer hombre.  A partir de allí el hombre quedo destituido de la gloria de Dios. Ya que el hombre gozaba de perfecta comunión con Dios en el paraíso. Y fue el hombre sacado del Edén y Dios resguardó a ese lugar.  Gen 3:24.

            Por esta causa de no obedecer a Dios, el hombre acarreo la muerte y la muerte paso a todos los hombres. A partir de allí el hombre quedo a expensa de su gracia. Y Dios estableció que para que el hombre tuviera otra vez comunión con Él tendría que creerle a Él absolutamente. Y su caminar con Él tendría que ser en fe. Puesto que Dios le había dado todo lo que había creado para subsistir, pero cayó en el engaño y decidió comer lo que Dios le había prohibido no hacer. En otro sentido se fue por los deseos de su corazón y no por lo que Dios le decía. Gen 3:6.

            En consecuencia, los hombres fueron de continuo al mal. Y Dios estableció planes con un pueblo para mostrarles su gracia, su salvación; pero también desobedeció sus palabras, sus mandamientos. Luego decidió extender su gracia y misericordia al mundo entero, a todos lo que le creyeron, a través de enviar al salvador prometido, a Jesús su Hijo.

            Su gracia estaba presente desde la fundación del mundo. Siempre estuvo presente este plan de salvación para los hombres. Pues los hombres nunca pudieron obedecerle, pero Jesús su Hijo ¡sí! y por eso obtuvo la salvación, la redención, la justificación ante Dios. De todos los hombres que le crean. En este sentido detallamos los términos en lo siguiente para comprender la salvación.

            10.3.1. El Salvador. Uno. Solo Jesús nos salvó. A través de su Obra Vicaria. No hay otro Nombre dado a los hombres en que podemos ser salvo. Solo Cristo. Solo su Hijo ¡Salva! La simiente humana concebido por su Espíritu Santo. Gen 3:15; Gen 22:18; Isa 52:10; Mat 26:28; He 4.12

      10.3.2. La gracia. Un regalo, un don de Dios. Gen 18:3; Zac 12:10; Ose 14:4; Rom 3:24; Efes 2:8. 

10.3.3. La fe. Creer a Jehová, a su obra redentora. Ningún mérito humano puede ganar la salvación, ninguna obra humana. Gen 15:6; Rom 5:1; Gal 3:6; Efes 2:8-9

10.3.4. La Escritura. Creer y conocer la Escritura, no hay otro libro donde es revelada la salvación. La salvación es un tema que coincide en toda la Biblia. Efes 1:13. Efes 2:10.

10.3.5. Salva. Un Solo Dios, quien salva. Ningún hombre se puede salvar solo. Todos sus siervos lo testifican.  Es de Jehová Salvar.  Sal 3:8; Pro 24:11. Mal 4:2

            10.3.5.1. En resumen, sus siervos y sus profetas pronunciaron:

            a. Jacob. En tu salvación esperé. Gen 49:18

            b. Moisés. Él ha sido mi salvación. Ex 15:2.

            c. David. El Fuerte de mi salvación. 2 Sam 22:3,51; 1 Cr 16:23,35

            d. Isaías. Salvación nuestra. Isa 12:2

            e. En Jehová nuestro Dios está la salvación de Israel. Jer 3:23

            f. Esperaré al Dios de mi salvación. Miq 7:7

            g. Dios de mi salvación.  Hab 3:18

           

            10.4. Promesa de Salvación. Isa 19:20; Zac 9:9

                        a. Simeón y Ana ente otros la vieron. Luc 2:25-30, 36-38

 

            10.5. Cumplimiento de la Obra de Salvación. Luc 1:69; 2:11, Jua 4:42.

                        a. Los apóstoles la vieron y creyeron. He 2:31-32; 13:23

 

            10.6. Segunda venida. Fil 3:20

            10.6.1. La Segunda venida en Cristo en gloria. Tito 2:13

            10.6.2. Para el mundo Invisible, y personal para la iglesia.

            ¿Cuándo sucederá? Creemos sucederá Antes del gobierno del anticristo. ¿Por qué? La iglesia no fue llamada a pasar por la tribulación, sino fui invitada a las bodas del cordero. Porque la tribulación es la prueba final del mundo.

            10.6.3. Prometida. A sus discípulos.

                        a. Regreso visible y personal. He 1:11

                        b. Librarlos de la ira venidera de Dios. 1 Te 1:5.9-10.

                        c. Creencia. Si sufrían por El, también reinarían. 2 Tim 2:12

                        d. Esperan su venida. Así como se fue vendrá. Fil 3:20

                        e. Y seremos transformado en Él. Fil 3:21.

                        f. Esperamos al Señor en el aire. 1 Tim 1:1; 4:10, 2 Tim 1:10

            10.6.4. La Esperanza. Seremos arrebatados.

            ¿Qué significa El Arrebatamiento? ¿Qué es? El arrebatamiento de la Iglesia es una acción de Dios que solo afectará a los salvos en Cristo. Cuando Jesucristo regrese por los suyos. Y estaremos con el Señor para siempre. 1 Te 4:16-18.

            Esta Incluye dos aspectos:

                        a. Los muertos siendo salvos serán resucitados primero.

                        b. Los que se encuentren vivos serán transformados.

 

            10.7. Acontecimiento por ocurrir en cualquier momento, antes de la gran tribulación.

            - Será un hecho repentino e inesperado. 1 Cor 15:51–58

            - El Señor vendrá hasta las nubes. 1 Te 4:17

            - Nadie lo verá en la tierra durante el Arrebatamiento. 1 Te 4: 17

            - Se escuchará la voz de mando y trompeta de Dios para arrebatar a su iglesia.  1 Te 4: 16.

            - Los muertos en Cristo resucitarán primero en cuerpo incorruptible y los que están en Cristo y aún viven serán transformados para recibir al Señor en las nubes. 1 Te 4:16–17; 1 Cor 15:51–54. La iglesia se encontrará con su Salvador y vivirá con Él por la eternidad. 1 Te 4:17.

            - En el arrebatamiento seremos libres de la ira venidera, veremos personalmente al Señor. Seremos transformados al instante en que aparezca el Señor. 1 Cor 15:50-54

            10.7.1. Después del Arrebatamiento, sucederá el Tribunal de Cristo

            En el Tribunal de Cristo los creyentes serán recompensados por los Servicios prestados en la obra del Señor. 2 Cor 5:10. Los creyentes serán recompensados de acuerdo a su labor. Apocalipsis 22: 12. El Tribunal de Cristo no será para los no creyentes, pues ellos serán juzgados en el gran Trono Blanco, evento que tendrá lugar después de la época milenaria.

            Ante el Tribunal de Cristo comparecerán los creyentes no para ser condenados, sino para ser recompensados según “la obra de cada uno” ¿Cuál es El propósito del Tribunal de Cristo? es recompensar a los creyentes. 1 Cor 5:10; Apocalipsis 22:12. Recompensar a las acciones justas de los santos” Apocalipsis 19:8, 1 Corintios 4:5; 2 Timoteo 4:8; Apocalipsis 22:12. ¿Cuál es El lugar del Tribunal de Cristo? 1 Te 4:17. Será en la esfera celestial. 2 Corintios 5.1-8. En la presencia del Señor. ¿Quién lo hará? El juicio es puesto en las manos del Hijo. Juan 5:22. Cristo, será el juez. El recompensará a cada uno conforme a su obra. Apocalipsis 22:12.

           

            11. Resurrección.

            Revelado a los antepasados que habría de resucitar el Mesías. Era la esperanza que sus cuerpos serian levantado juntamente con él, tanto los que durmieron en esperanza y los que después creerían por su anuncio y manifestación a Israel.

            Jesús dijo que él es la resurrección y la vida el que cree en él, aunque este muerto vivirá. El que vive y cree en él, no morirá eternamente.  Juan 11:25-26.

            En este sentido el profeta Oseas nos dice: nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará. Ose 6:2. La resurrección de Jesús cambio el panorama de todos los judíos y discípulos que, afectados por su muerte, no esperaban fuese Divino Jesús. Y se convencieron después de la resurrección de Jesús. Y creyeron todo lo dicho por las Escrituras de él.

            En este sentido los apóstoles sufrieron un cambio total después de la resurrección de Jesús. Las Escrituras hablan de la resurrección de forma fidedigna y sus hechos históricos legales son completamente reales, que no queda la menor duda para creerlo.

            En lo que respecta al fundamento de los hechos Bíblicos sobre la resurrección encontramos:

            a. Su cuerpo que los principales sacerdotes junto con los fariseos, pidieron a Pilato, mandar a custodiar. Luego ellos no indagaron su búsqueda, no formularon ningún juicio para encontrarlo. Porque Resucitó y apareció su tumba vacía. Mat 28:11. Y ellos persistieron y pagaron mucho dinero a los soldados para divulgar un dicho que hasta hoy creen los judíos, que se escondió el cuerpo de Jesús por algún seguidor. Y no fue así. Mat 28:11-15. Pero María Magdalena y María, estaban sentada frente al sepulcro eran testigo junto a José. Ellas vieron que José colocó a Jesús en el sepulcro, e hizo rodar una gran piedra. Y fueron también testigo de su resurrección. Mateo 27:58-60; Mat 28:9-11

            b. Se cumplió la profecía con los ricos fue su sepultura. Isa 53:9. José de Arimatea un hombre rico, rogó por su cuerpo a Pilatos y lo colocó en un sepulcro nuevo que había labrado. Mat 27:57-60. Este José de Arimatea ha debido indagar la búsqueda de su cuerpo posterior a su muerte. Pero no lo hizo porque Resucitó.

            c. Los soldados romanos desaparecen, ya que iban a pagar con su vida. Y esta medida de seguridad no podía ser quitada; El sello Romano que colocaron en la tumba muy difícilmente pudieron ellos destruir y rodar la gran piedra. Y no hay indicios, donde busquen a estos soldados para preguntarle por el cuerpo; porque Resucito. Mat 27:60, 62-66

            d. Las investigaciones sobre el hecho por parte de los romanos y la seguridad puesta al sepulcro han debido surgir por el hecho ocurrido. Pero sin resultados porque resucito. Posteriormente siguen las investigaciones ya que aparece en el libro de Lucas uno llamado excelentísimo Teófilo a quien Lucas le da explicación; pero para saber los hechos certísimos ocurridos al resucitado. Luc 1:3-5; He 1:1.4

            e. Hubo un gran terremoto porque un Ángel del Señor descendió del cielo y rueda la piedra. Después aparece sentado sobre ella, cuando van de mañana a ungir el cuerpo del Señor María Magdalena y María. El Ángel le dice:  no está; ha resucitado. Y las envió a avisar a los discípulos. Mat 28: 1-8

            f. Jesús sale al encuentro a estas mujeres y le dice que no teman que les avisen a sus hermanos que ha resucitado para que lo vean en Galilea.  Mat 28:9-10. Entretanto cuando se enteraron los discípulos por las mujeres le parecía locura y otros se asombraron; pero algunos fueron al sepulcro. Y Pedro corrió al sepulcro; cuando miró dentro vio los lienzos solos, maravillándose corrió a casa. Luc 24:11-12, 22-24

            g. En el camino en Emaús Jesús aparece hablando y explicándoles a través de toda la Escritura los acontecimientos ocurridos sobre Él.  Mat 28: 14-29

            h. Aparece a sus discípulos después que las mujeres les avisan. Presentándose varias veces hablando con ellos, dándole unas instrucciones que reciben posteriormente en el pentecostés. Y ellos vieron después de esto al Señor que fue llevado arriba al cielo. Mat 28: 16-20; Luc 24:30-49-53; He 1:3-4

            i. El Señor Jesús después de resucitado apareció a más de 500 personas. 1 Cor 15:6

            j. Después hubo persecución y dieron muerte a sus discípulos, así se expusieron después de la resurrección, aceptados por ellos, aún con tantos atropellos impuestos por el imperio y por los religiosos, porque habían visto al señor resucitado. He 12:4-6

            k. Pedro había negado y vituperado al Señor.  Y luego que lo vio resucitado y verlo irse al cielo, hace defensa de su Apostolado. He 2:14; 15:7. Esteban fue apedreado. Antes ve a los cielos abierto y al Señor Jesús a la Diestra de Dios.  He 7:55-60

            l. Aparece a un ciudadano romano judío, llamado Saulo en el camino a Damasco, y este hecho cambia la historia de este ciudadano romano que antes perseguía a los seguidores de Jesús. Y ejerce defensa de evangelio. He 9:1-22. Y de igual forma defiende su causa. He 25:8

 

            11.1. La resurrección dio a conocer:

                        a. Al hombre su eternidad. Isa 52:2; 53:12

                        b. Su Gloria Eterna. Jua 2:22; Isa 52:13; 53:12

                        c. Su vida eterna. Juan 17:3     

             

            11.2. Los evangelios explican la resurrección:

                        a. Serán como los ángeles. Mat 22:30

                        b. Ya no se podrá morir más. Luc 20:35-36

                        c. En la resurrección unos saldrán para salvación y otros para condenación. Juan 5:29

                        d. Dios es un Dios de vivos no de muertos. Mat 22:32

                        e. Habrá recompensa. Luc 14:14

                        f. Serán tenidos por dignos de resucitar. Por haber creído a Jesucristo. Luc 20:35

                        g. Se cumplió la profecía de Ezequiel. Ez 37:12-13; Mat 27:52-53; Jua 11:25-26

 

            11.3. La Resurrección de Jesús en su Glorificación Eterna y Sempiterna.

            Jesús reinaba en Gloria con El Padre, el poseía Gloria Eterna a la Diestra del Yo Soy, El Eterno Padre. Juan 17:3. Cuando se cumplió el tiempo establecido por Dios para cumplir el plan de redención que había determinado en la Eternidad en Unidad a su Diestra y su Espíritu Santo. Jesús vino a cumplir la voluntad de Dios. Como el brazo poderoso, el brazo ejecutor de su voluntad. Y tomo forma de hombre, se hizo hombre por voluntad de Dios y fue engendrado por su Espíritu. Juan 1:14. Vino en un cuerpo humano. Para en este mismo cuerpo resucitar. He 3:13. Para darnos un cuerpo nuevo glorioso, después de haber sido Glorificado por el Padre. Heb 2:14-17. Y de esta forma:

            Es Sempiterno porque no tiene un principio y no tiene fin. El principio que se anuncia en Juan es el principio de la Eternidad. Juan 1:1. Eterno en Gloria, y vino como humano, pero siendo igual a Dios, para poder poner su vida para redimir al hombre y luego después de cumplir el plan de Dios. Volver a recibir su Gloria del Padre. Jesús dijo tengo poder para poner mi vida y volverla tomar. Ese mandamiento recibí del Padre. Juan 10:18

 

            12. Gloria.

            Jesús hace una oración única, glorificame Padre a tu lado, con aquella gloria que tuve contigo, antes que el mundo fuese. Jua 17:5

                        a. En el principio. Era con el Padre. Juan 1:1-2; 17:3-5

                        b. En Jerusalén. El Padre lo glorifica. Sal 91:15; Juan 13:31-32

                        c. En la resurrección. Después de la ascensión. Rom 1:4

                        d. Fue glorificado cuando creyeron en él. Juan 20:28; He 13.48

                        e. Cuando recibieron la promesa del Espíritu Santo. Juan 16:14; He 3:13

 

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