Introducción
Uno de los profetas que habló de los
acontecimientos sucedidos a Jesús
fue el profeta Isaías. La profecía había sido escrita unos 700 años antes de la
venida de Jesús. Pero recoge, en resumidas cuentas, toda la obra que
tenía que realizar Jesús el Mesías. A causa de su pueblo Israel. Por otro lado,
el pueblo de Israel se atribuye esta profecía. Por supuesto que
para ellos fue. Para mostrarle que, a pesar de ellos, Dios cumplía su promesa
de redención.
El
profeta comienza diciéndonos en primera persona. Una pregunta a Israel.
Pregunta que Dios les responde en el trascurso de la profecía.
1.
Un Anuncio hecho a Israel.
Isa 53:1 ¿Quién ha creído a nuestro
anuncio? ¿Y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?
a. ¿Quién creía
el mensaje cuando vino el Mesías? Según el Salmo 78:21-22. El Salmista nos
habla de Jacob, refiriéndose a él como pueblo de Israel. En ese momento que se
escribe el Salmo, era la época de los reyes. Y habían rechazado el plan de
salvación y tentaron a Dios, al igual que en el desierto. Al igual lo hicieron
cuando le envió a gobernar a través de los jueces.
Dios escoge a la
tribu de Judá, para enseñar y anunciarle a la humanidad de su simiente Santa. Y
a Jerusalén como la ciudad Santa donde nacería el Mesías. Sal 78:68
En
este sentido no habían creído en el plan de salvación, que Dios le había
trazado. Jesús mismo reprocha la incredulidad de su pueblo Israel y
Judá. Marcos 16:4. Y luego Juan dice en 12:28-38. Que a pesar de que
Jesús hizo muchas señales delante de ellos, no creían en Jesús. Para que se
cumpliese lo que dijo el profeta Isaías. Y el Apóstol Pablo en la carta a los
Romano dice: No todos obedecieron al anuncio del evangelio. Y el mismo apóstol
Pablo fue convencido por el mismo Señor Jesús, que se le apareció en Damasco.
Romanos 10:16. Hechos 9.
Juan llegó a la
conclusión, de que los hombres aman más la gloria de los hombres que la gloria
de Dios. Juan 12:43. Todo lo escrito en las Sagradas Escrituras, se cumplió
cuando el Hijo de Dios vino. Pero todo el pueblo de la época no lo creyó y no
lo entendió. Juan 12:16. Y Juan afirmó, que a pesar de Jesús haber hecho tantas
señales, no creían en Jesús. Juan 12: 37-38.
Sigue diciendo
Juan: porque Dios les segó el entendimiento de ellos. Y En Lucas 1:50-51.
Resalta el recitar de María. Haciendo referencia a la oración de Ana, en 1
Samuel 2:1-10. En Romanos 10:16, también es mencionado que no todos creerán al
anuncio.
La
manifestación a Israel.
La segunda
pregunta nos dice: ¿Y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? El
mensaje de su venida había sido profetizado, y anunciado. ¿Pero a
quién se le reveló o iluminó? Fue cierto que a Simeón y Ana les fue revelado
cuando fueron al templo y vieron a Jesús en brazos de María. Y para quién era
el mensaje. Para Israel y Judá. La revelación del mensaje
dicho a los patriarcas, jueces, reyes y profetas. ¡No fue creído! El brazo
poderoso de Jehová. Fue su brazo de gloria que los guio por su diestra, y el
pueblo de Israel, cuando se dividió el mar, huía de Faraón, y los condujo por
un camino que ellos no conocían. Pero ellos no creyeron cuando se manifestó a
Israel en el Poder de Su Espíritu Santo. ¿Cuántas veces salvo el brazo de
Jehová fuerte a Israel? Muchas veces. Isaías 62:8, 63:12, 59:16, Juan 12:38.
Su brazo
poderoso se refiere a la acción para ejecutar su voluntad. La voluntad del
Padre Eterno. Es Jesús la palabra hecha carne. El Brazo de Jehová se manifestó
a Israel y no le creyeron. Ante todas las naciones, él siempre los libró de sus
enemigos y no creyeron. Deuteronomio 33:27.
Sabiendo el
pueblo que con su brazo los redimió. Porque así se los indico Moisés. Tuyo es
el brazo potente; Fuerte su Mano, Exaltada tu Diestra. Sal 77:15, 89:13. ¿Quién
hecho a sus enemigos de Canaán? Su brazo poderoso. Y le prometió a su siervo
David, su descendencia será para siempre. Pero, así como desecharon la
descendencia de su siervo David. Desecharon a Jesús y lo
menospreciaron y Dios se airó. Y rompieron el pacto y lo profanaron. Salmo
77:13-20. Aunque Dios se lo había manifestado, no le creyeron y así no hizo con
otras naciones. Salmo 147:20.
Juan dijo que él
no lo conocía, para ser Jesús manifestado a Israel, él bautizaba con agua, Y
cuando viera al Espíritu Santo posarse, indicaba que sería aquel que bautizaría
con Espíritu. Refiriéndose a Jesús y su manifestación a Israel. Juan 1:33. Y
Jesús dijo que ha manifestado su nombre a los hombres que del mundo me distes.
Juan 17:6. Y la manifestación de la justicia de Dios. Que es Jesús. Que fue
testificada por la ley y los profetas. Romanos 3:21-26; 16:25-27.
Y ahora es
manifestado a toda la gente, para que obedezcan a la fe. Su simiente que es
Jesús. Romanos 16:26. Este misterio oculto ha sido manifestado a sus Santos. La
manifestación de Cristo, vino a traernos la vida. Porque él es la vida.
Colosenses 1:26; 3:4.
Esta
manifestación de Dios, de su misericordia. Dios la manifiesta a los Apóstoles.
La manifestación de haber venido en Carne. Justificado en el Espíritu. Visto
por los Ángeles. Predicado a los gentiles y creído en el mundo. Y Recibido
arriba en gloria. 1 Timoteo 3:16. La gracia de Dios se manifestó para salvación
a todos los hombres. Tito 2:11. Manifestó el camino al lugar Santísimo.
Rasgando el velo de su carne. Y rociándonos con su sangre. Es a través de
Cristo que llegamos al lugar santísimo de Dios, ¡no hay otro camino! Hebreos
9:8.
Por otra parte, su
gracia se manifestará por completo, cuando él venga por segunda vez en gloria.
Por amor, Dios la manifestó ahora en Jesucristo, y la había establecido desde
antes de la fundación del mundo. Pero aún no se ha manifestado lo que hemos de
ser. Ser semejantes a él. 1 Juan 3:2. Será cuando se manifieste sus juicios.
Apocalipsis 15:4.
La manifestación
de Dios. Había sido anunciada antiguamente. De la simiente de Eva, viene la
enemistad contra la carne. De Noé, vine la demanda de la sangre de todo animal
y de todo hombre, el sacrificio para demandar la sangre. En Abraham, la
bendición en su simiente, por la fe, vendría la justificación. El
establecimiento de la ley, por Moisés. Y de David, el reinado de la salvación
del Mesías Jesús.
Luego, en la
genealogía escrita en Lucas. Adán, representa el primer hombre. Noé, la vida
que es la carne con la sangre, el sacrificio demandado por Dios. En la simiente
de Abraham, se entrega la ley para ser cumplida por la carne, es decir por el
ser humano. En Abraham. El sacrificio probado en la simiente, en obediencia a
la voz de Dios. Posteriormente, Dios ordena las leyes sobre el pueblo y sobre
la expiación o sacrificio. A Moisés como sacerdote, de la tribu de Leví. En
David. La salvación total, por la promesa a David en su simiente.
Toda esta verdad
revelada, nos indica: ¿Tenían los israelitas toda la verdad revelada en su
palabra? La tenían, ¡pero cuando se manifestó!, no la creyeron. Todo sería
manifestado en carne. Simiente. La palabra hecha
carne. Génesis 3:14:15; 9:4-6; 22:2,18, 2 Samuel 7:12-14. Lucas
1:69. Hecho 13:23.
¿A Quién el Señor
revelo su brazo poderoso? ¿Quién entiende su mensaje?
Le dice a
Moisés: Por tanto, dirás a los hijos de Israel: Yo soy JEHOVÁ. Yo los sacaré de
debajo de las tareas pesadas de Egipto, los libraré de su servidumbre, los
redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes. Éxodo 6:6. Los brazos de sus manos se
fortalecieron, por las manos del fuerte de Jacob. Por el nombre del Pastor, la
Roca de Israel. Génesis 49:24 b.
En el evangelio se
escribe: El que coloca su casa sobre la roca, ese es el que permanece. Lucas
6:48. La roca inconmovible Jesús. Salmo 89:26, 95:1. 144:1. Dios fue dado a
conocer por Jesús. Juan 1:18, 7:4 8:10, 28 14:7, 20, 15:15, 17:6, 26, Lucas
8:17, Marcos 4:22, Mateo 10:16.
A quien se le reveló el brazo poderoso de Jehová. A los despreciados,
a los pobres, a los quebrantados de corazón. A los enlutados, a los pecadores,
a los enfermos. A los más miserables, que no tenían esperanza, y andaban con
todo su dolor. A los que nadie ayudaba, ni nadie pensaban en ellos. Jesús el
brazo poderoso de Jehová. Anduvo sanando, liberando y perdonando en el poder
del Espíritu Santo.
Dios todopoderoso se manifestó en todas aquellas personas, que nadie
hubiese podido depositar su confianza, pero esperaron en Dios que les diera su
pan a tiempo y sea propicio a sus pecados y enfermedades. Dios se manifestó
aquellos que nadie tomaba en cuenta, y también eran menospreciados. Así como
los anuncio Isaías, y Jesús, leyendo el libro de Isaías, lo confirmó. Isa
61:1-3; Lucas 4:18-21.
Jesús el renuevo de David.
2.
a. Subirá cuál renuevo delante de él,
y como raíz de tierra seca.
Lo importante de toda la profecía de Ezequiel, fue que Dios le dice
que su juicio, fue por menospreciar al cetro de su hijo. Ez 21:10. Al igual que
Jesús mismo, le dijo morirán en sus pecados si no creen en mí. En este aspecto,
después de haber dado muerte a Gedalías, el cual el rey de Babilonia colocó
como último rey de Judá, Dios le dio esta profecía, sobre el renuevo. Ez
17:22-24. Porque Dios había hecho Juicio en Sedequías, y luego colocan a
Gedalías. Y lo matan. 2 Reyes 25:21. Pero en Ezequiel 17:12-22, les dice que
como pueden invalidar su pacto, acusando a la descendencia de David de hacerlo.
Y profetiza sobre el renuevo. Ez 17:22-24.
Jeremías profetiza, que Dios levantará un renuevo Justo. Jer 23:5-6. Refiriéndose
al Mesías. Llamará su nombre Jehová Justicia Nuestra. Dios le dice que dirán
vive Jehová que trajo su descendencia de las naciones que los hizo ir. Jer
23:8. Isaías 6:13. Y si quedase aún en ella la décima parte, esta volverá a ser
destruida; pero como el roble y la encina, que al ser cortados aún queda el
tronco, así será el tronco, la simiente Santa.
La promesa del advenimiento del Mesías, fue frustrada por causas
políticas internas e internas. También podemos decir; por desconocimiento de su
palabra. Y por el hombre trazar sus propios planes, sin tomar en cuenta los
planes de Dios. Podemos decir, que Dios elige a David para ser rey, y tuvo
conflicto con el rey que había puesto el pueblo, a Saúl. Y la sucesión de su
reinado siguió teniendo conflicto a partir del rey Roboam. Despreciando a los
descendientes de David, y Israel colocando sus propios reyes.
En este sentido, los conflictos se agudizaron entre Judá e Israel, que
a partir del rey Roboam estaba dividida. Tuvieron guerras entre sí, Israel y
Judá. Dios tuvo que castigar muchas veces a su pueblo, por su maldad e
idolatría, hasta el punto de no tolerar más, deportándolos y llevándolos en
cautiverio a Babilonia. Siendo quemada toda Jerusalén, a sus príncipes y a los
grandes dieron muerte los caldeos. Pero para poder Dios dejar un remanente los
lleva en cautiverio. Para que no fuesen destruidos en totalidad. Es por esto,
que el profeta nos dice; que el reinado del Mesías, vendrá como un renuevo,
como si fuera una raíz en tierra seca.
En tierra seca que no había ni agua, para ver tu poder y tu gloria nos
dice el salmista. Salmo 63. La evidencia de su poder que, de la simiente de
Judá, nacería el Mesías, había sido apagada, no cultivada, secada su tierra, y
la raíz de su descendencia ya estaba sin vigor, sin fuerza, como para dar un
brote. El Mesías nace en esa sequedad y brota su retoño de la raíz de Isaí.
Porque después del destierro continuaron las guerras. Zacarías 3:8, nos indica
que Dios traerá a su siervo, el cual es el renuevo. De la Simiente prometida.
El Mesías, Jesús.
La descendencia de las tribus fue esparcida por toda la tierra. Porque
se apartaron de Dios. David viene de la tribu de Judá. Efraín de José. Las
tribus se dividieron y se desagregaron. Con Roboam hijo de David y Salomón, se
desintegró el gobierno y se torció el derecho. Luego Dios los une a todos y los
toma en su mano, como nos indica el profeta Ezequiel. Ezequiel 37:19. Según la bendición
de Jacob o Israel. Génesis 48:16. Sobre Efraín Hijo de José, el profeta Oseas
profetiza, que se secó su raíz, su descendencia. Oseas 9:16.
En este sentido en Isaías 7:8, profetizó que Efraín dejaría de ser
pueblo. Dios quería hacer un pueblo de sacerdotes y de reyes. Pero se pelearon
y envidiaron entre ellos. Isaías 9:21 y 28:3. Dice: serían pisoteados. En Oseas
dice: Serían echados de su presencia. Jeremías 7:15 y 31:9, 50:19. Nos dice: Siempre
estaba su misericordia sobre ellos. También profetizo Jeremías sobre los azotes
que recibiría el Mesías, por causa de sus rebeliones. En Getsemaní, mostró Dios
sus entrañas por amor a Efraín. Jeremías 31:18-20.
Dios les dice luego, a través del profeta Oseas 6:7. Traspasaron mi Pacto, como lo hizo Adán. Y
les muestra que lo que él quería era misericordia y no sacrificio, conocimiento
de Dios más que holocausto. Ose 6:6.
Jesús le dice tomen mi yugo que ligera es mi carga. Cuando había
profetizado en Oseas: 10:11. Les haría llevar yugo a Efraín, arará a Judá,
quebrará sus terrones a Jacob. Pero Dios le dice que tendrá toda su compasión. El
Santo de Israel salió de esa raíz seca por las transgresiones que cometió su
pueblo, las cuales él no había mandado hacer. Y tuvo enojado con ellos y no
mando más profetas por 400 años. Pero no quito el cetro de Judá, ni legislador
entre sus pies. Hasta que vino Siloh. Y
al se congregan todos los pueblos. Jesús es retoño de esa raíz seca. Génesis
49:10.
La Humanidad de Jesús.
b. No hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, más sin atractivo
para que le deseemos.
Los reyes de Israel se caracterizaban porque su aspecto, era de
hermoso parecer. Y el poderío económico, político y social. Esperaban a un
mesías que los librase de la esclavitud del imperio romano. Estaban
acostumbrados a las batallas, a las guerras. Así conquistaron Naciones y
Países. Pero el Mesías que se les presentó fue muy pacificó. No tenía nada que ver con guerras, ni
gobierno, ni reinado. Tuvo que ver con enseñar el derecho de su verdad.
El ambiente que creció Jesús era pobre. Las clases sociales judías
venían de una devastación imperial. Eran esclavos muchos de ellos, empleados de
los romanos, agricultores y pescadores. Y sus recursos eran de la agricultura y
del campo. Si Jesús hubiese venido después de Salomón. En un ambiente de
satisfacción económica, política y social. Con un ejército y muchas ciudades
amuralladas. Era así lo que esperaba Israel y Judá.
Ese era el Jesús que esperaba la gente judía. Pero que poder económico
podría tener, si la lucha de poder después del reinado de Roboam, fu destruido
su economía. Cuando Roboam tuvo que colocarles escudo de bronce. Ni siquiera
permitían que los herederos gobernaran, eran muertos antes de su tiempo. Como
en el caso de Atalía. Que mato a todos
los descendientes de Josafat, después que muere su Hijo Ocozías. Para quedarse
con el poder del Reino. Que le podía ofrecer Jesús económicamente. Si habían
destruido la gloria económica de Israel y Judá había acabado.
Jehová el Gran Yo Soy. Que apareció a Moisés entre la zarza, para
libertad a un pueblo de la esclavitud de Faraón, no le creyeron, tuvo más
credibilidad para ellos Salomón que Jesús. Salomón que representaba el poderío
Real. Y Jesús les dice he aquí uno mayor que Salomón, y ni lo entendieron.
Porque la reina Sabá. Viajo de lejanas tierras para ver la sabiduría de
Salomón, que le había dado Dios, y a Jesús no le creen, cuando presenta la
imagen verdadera de Dios y como se debe hacer las cosas.
No hay una imagen precisa cuando se viene manipulando todo, no
consultan a Dios, para elegir a un Rey, destruyeron todo lo conquistado y
conquistado por David. Hicieron todo lo que Dios les dijo que no hicieran, lo
malo, resume el cronista. Dios los envía al exilio Asirio y Babilónico. Fueron
dominados por el Imperio Persa y Medos. Luego los de Grecia. Y terminan
subyugado por el Imperio Romano. En la genealogía de Jesús no fueron incluidos
unos 8 reyes de Judá. Y ninguno de los de Israel. Por causa de no haber
cumplido con lo establecido por Dios.
Despreciado y desechado entre los hombres Oseas 9:17. En este sentido
los judíos tienen inconvenientes en aceptar la genealogía de Mateo. Desprecian
a Jesús como Mesías, así como despreciaron los mandamientos de Dios y
desecharon sus Jueces, pidiendo Rey. No se sometieron a nada de lo que Dios le
impuso. Y por eso Dios desecho a Israel en la descendencia del Mesías. No le importo la descendencia real de la cual
procedería el Mesías. Fue más grande para ellos las ansias del poder, y era lo
que querían. En Reyes, Crónicas y en profetas podremos entender mejor el
desprecio que hicieron a nuestro Mesías Jesús.
Y aun en este tiempo lo siguen despreciando cuando en los manuales
doctrinarios que yacen en nuestras congregaciones y cuya enseñanza es necesaria
para nuestro bautismo. Ni siquiera hablan de Jesucristo. Si se supone que el
bautismo es después de haber conocido a Jesús como el único y suficiente
salvador. Tenemos en nuestro doctrinario la doctrina, más no la doctrina de
Jesucristo.
En este sentido el significado de su muerte y resurrección es
completamente desconocido para un pueblo que busca a Dios. La gloria de Hombre
es más importante que la gloria de Dios. Solo queda en palabras. Pero no se
sabe nada. Durante años cantamos y alabamos a un Dios que no conocemos, porque
nadie nos los ha enseñado.
Es difícil decir que Dios nos ama, mucho menos entender que en
realidad nos ama. Que somos sus amados, y que la salvación le costó mucho a
Dios. Desde la eternidad la planifico. La entrego en manos de su pueblo y su
pueblo la rechazo desde sus comienzos. Los sufrimientos de Jesucristo en sus
años de ministerio, son el resultado comparado con los sufrimientos que él pasó
por su pueblo. Muchas gentes murieron rechazando esta verdad.
¿Quién entenderá el tiempo de su venida Justa y con Justicia? Isaías
53:2
2. Subirá cuál renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca. Ya
en el libro de Job 20:23, nos habla proféticamente de que los renuevos de su
casa serán transportados en el día de su furor. En Apocalipsis, Jesús, confiesa
que él es la raíz y el linaje de David. Apo 22:16, 5:5.
En Romanos 15:12, confirmando a Isaías 11:10, nos anuncia a Jesús como
la raíz de David. Y que Jesús regiría a los gentiles. Y los gentiles esperarán
en él. Y que los gentiles hemos sido participante de esa raíz. Romanos 11:17.
En Lucas 3:9, Juan nos habla que el que no se arraiga a la raíz, que
es Jesús, será cortado y echado en el fuego. Jesús también nos habló en Marcos
4:6, y Mateo 13:21. Que cuando se siembra la palabra y no tiene raíz, se seca.
Refiriéndose a Creer en él como el mesías.
Los descendientes de David, indica claramente de donde había de nacer
Jesús el Mesías. Isaías 11:10.: El Mesías es la raíz de Isaí. Los judíos
procuraron determinar a través de la genealogía si Jesús era el mesías. Es por
esta razón que Isaías indica que subirá como raíz en tierra seca. Brotará un
retoño.
Por la desobediencia del pueblo escogido por Dios, fue muy estrecha su
descendencia. Y muchas veces dificultosa. Cuando Jesús nace. Todos se
preguntaban. De donde vendría el Mesías y si este era su tiempo.
Encontramos en el libro de Ruth. Como a través de Ruth moabita, Nohemí
pudo restaurar la descendencia de Isaí. Y que posteriormente procedería José.
Desposado con María, que sería el padre y la madre del Mesías. Este es un ejemplo, de los muchos, de una
raíz seca, como Nohemí, que no pudo tener descendencia, la redimió Booz.
En este sentido, Nohemí pudo obtener su redención a través de Booz el
cual se casó con Ruth. Cuando Ruth le pide que redima a su familia. Booz se
acuerda de otro pariente cercano, y si él no la redime, Booz lo haría. Ruth
3:13; 4:4. En cuya raíz nacería el mesías. El hijo de Ruth con Booz fue el
abuelo del Rey David. La preocupación de Nohemí fue grande, pero su esperanza
fue alcanzada porque creyó en su redención. Con Booz y Rut, ella vio restaurada
la esperanza de redención a través de su descendencia y la alcanzo porque
creyó. De su descendencia procede el Mesías.
En este sentido, la promesa dada Abraham tuvo dificultad desde el
comienzo en su descendencia, ya que los descendientes de Judá que había
escogido Dios, al comienzo no lo entendieron y depusieron su dignidad, por lo
cual se mueren. Y Tamar, la nuera de Judá, redime a Judá mismo, solo por creer.
Y hacer justas, y comprender que en su simiente serían benditas las naciones de
la tierra y procedería la descendencia Santa. Y que luego su hijo Fares que le
dio a Judá, aparece posteriormente en descendencia de Booz y luego del rey
David, que sería el elegido como descendiente del mesías.
Entre tanto hubo otra historia dentro de la genealogía de Jesús que la
Biblia no especifica en detalles, pero se puede deducir, la cual viene de
Salmón, hijo de Naasón, descendiente de Judá, que nació de Rahab la ramera. El
cual dio a Salmón a Booz. La fe de esta mujer escondió a los espías que envió
Josué a Jericó. Jueces 6:25. Una mujer de Jericó creyó en la historia de los
hijos de Israel, y puso su confianza en Dios. Un caso inusual e inesperado en
la simiente Santa. ¿Qué se necesitó? ¡Creer! Y por su hazaña, Dios la convierte
en una madre que produjo una simiente santa en la genealogía de Jesús.
En este sentido, Jesús les dice a sus discípulos cree solamente y
verás la gloria de Dios. Rahab vio la gloria de Dios, pues solo se salvó ella y
su familia, y como más bendición, Dios la premia en su descendencia, porque la
incluye en la genealogía Santa. ¡Qué gloria más grande y espectacular la de
Rahab la ramera que creyó en el Dios de Israel!
Por su parte, el Mesías nacería en Belén de Judea, una ciudad
insignificante a los ojos del pueblo, según Miqueas 5:2-6. Y Mateo 2:1,
confirma que Jesús nació en Belén. Y Lucas confirma que subió a Belén porque
era la casa y familia de David. Lucas 2:4; 15. Y Juan 7:42.
Por otra parte, entre las dificultades presentadas en la descendencia
del Mesías. Había otro inconveniente, determinar el linaje de la descendencia
del Mesías. Pareció imposible, para los judíos, el hecho de José y María
pudieran haber sido escogido por Dios, para dar nacimiento al Mesías. Porque estos no eran de renombre. Ni nadie lo
hubiese esperado de Ellos.
La eternidad de Jesús.
3. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores,
experimentado en quebranto. Y como que escondimos de él el rostro, fue
menospreciado, y no lo estimamos.
Cuando Isaías dice que fue despreciado, se está refiriendo al
desprecio que había hecho su pueblo de los planes que Dios tenía de redención.
Desde el comienzo se vio el desprecio. Desde su partida de Egipto, al entrar en
la tierra prometida. Hubo una murmuración constante.
Todo este pueblo que no creyó y murmuro contra el plan de Dios con los
Israelitas, que los llevo al desierto a pasar hambre, que no tenía agua, y
pensaban en los privilegios que tenían en Egipto. Se olvidaron de la
esclavitud, de su llanto por liberación. De las maravillas de ser guiado por un
camino desconocido para ellos, pero que los libraría de la persecución de
Faraón. Pronto se olvidaron para empezar a protestar y a dudar del plan de Dios
con su pueblo.
Quien creyó al anuncio en el Impero Romano, cuando fue engrandecido
Jafet. Y moraba y gobernaba en las tierras de Sem. Por no creer en mí, dice el
Señor. Sem son los habitantes de Jerusalén. Sem vino a estar gobernada por
Roma. Sem habitaba en Canaán. Porque Dios le entrego a Sem a Canaán para qué
habitará en ella. Porque Dios lo había prometido a Abraham. Pero Sem después de
haber sido poseedor de la tierra de Canaán. Se mezcló con los habitantes que
quedaron en ella.
En este sentido, cuando llega el cumplimiento del tiempo y nace el
mesías. Roma imperaba y gobernaba en Jerusalén. El pueblo de Dios, que era
antes llamado Israel, que Dios dividió en dos, luego volvió a unirse otra vez
después de la época de los reyes. Y que
en esa época era llamado pueblo judío. Habitaba en Roma. E imperaba roma, que
es Jafet. Y Sem que eran los judíos que habitaban en Cam, que era Jerusalén.
Todo estaba siendo dominado por roma.
De igual forma como en el desierto, no creyó lo que Dios iba a ser en
el futuro. Como hubiese sido todo si le hubiesen creído a Dios. Despreciaron el
plan de Dios en el desierto cuando les mostraba el tabernáculo, figura de lo
que había de venir. Que era sobra de lo que es el mesías Príncipe. El
tabernáculo mismo.
Por esta razón, Dios no les dejo ver la tierra prometida a los
israelitas que no creyeron. Y todos murieron en el desierto. Como testimonio a
los que dudan de sus planes. De lo que Dios tiene previsto y lo que ha
prometido en su palabra. Lo cumplió y cumplirá. Él lo dijo y él lo hará. Así lo
advierte el apóstol, quienes fueron los que no reposaron de sus obras y gozaron
de lo prometido, los que dudaron. Así sucederá a todos los que dudan de la
salvación de su hijo Jesucristo. Él les manda a creer solamente. Cree solamente
y será salvo.
Es cosa difícil creer, pero no les parece Dice el Señor tu Dios: que
fue difícil soportar a un pueblo por el desierto que no creía lo que iba yo
hacer de darles una tierra que ellos no sembraron y unas casas que no
construyeron. Y se las di, poseyeron la tierra prometida. Pero al poseerlas que
paso, tampoco hicieron como les dije, dejaron pueblos, y fue su hayo, porque
ellos mismos fueron su perdición y corrupción. Llegaron a ser peor que Sodoma y
Gomorra y su pecado mayor que ellos.
Luego, como iban a creer, si se iban tras los ídolos, obra de sus
manos, tras lo que veía sus ojos. Porque les di jueces, y siempre se desviaban
de su camino, nunca escucharon a mis profetas ni mucho menos a mis jueces,
condenaban las generaciones de mis profetas y de mis jueces, los criticaban y
los mataban. Me enojé otra vez con ellos, hasta que desecharon mi gobierno a
través de jueces. Y pidieron Reyes. Le di reyes. Reyes que también desecharon y
mataron, se ligaron con pueblos que no les mande a ligar, entre ellos también
se mezclaron, y todos pueden criticar el linaje puro de mi pueblo que no ha
sido puro, porque no me obedecieron.
Continúe
con mi plan, y de su linaje todo ligado, con sangre extranjera, es mi linaje
real, de David a Jesús. Ahora pretende como todos también pueden criticar sacar
de su descendencia a el salvador del mundo, ¿de qué descendencia?, de las que
ellos hacen con los semitas y todas las organizaciones fundadas. Sacaran al
anticristo de un linaje de muertos y de un linaje que mesclaron con todos los
pueblos. Y dirán que es puro del linaje de David. Y se lo creerán. Y no me
creyeron en mí. Cuando tuve con ellos.
Ahora
bien, ¿cumplió Dios su promesa? ¿Le envió al salvador? el salvador que Dios
había planificado, ¡no mi pueblo Israel!, fue Dios que estableció el plan, no
ellos, el pueblo judío. Ellos no establecieron un plan con David, ni su
descendencia, fue El Gran. Yo Soy, que lo estableció. Ellos no tienen derecho
de presentar ninguna genealogía. Es mi Genealogía la verdadera. Y esa es la que
tienen que respetar. La que está en el evangelio de Mateo y la de Lucas. De
esas dos unidas está el linaje del mesías príncipe.
Despreciado
y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y
como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
Despreciaron el plan de Dios que tenía desde el principio. No estimaron todo lo
que él estaba haciendo. Su tabernáculo fue hecho y fue visto por la vista de
todos ellos, todo lo miraron, fue el modelo entregado de como funciono en el
cielo, como es mi gobierno en la tierra y como será. Es un modelo lo que le
mostré del tabernáculo y ellos lo tuvieron.
Despreciaron
el modelo de mi tabernáculo y la forma como juzgaba a mi pueblo a través de
jueces, le di reyes, y también despreciaron su linaje, matándolos a todos, así
como mataron a los jueces. Les envié profetas y también los mataron. No
estimaron nada de lo que hice. Escondieron el rosto, de él, quien iba a
imaginarse que nacería el mesías. De este linaje destruido. Para que en la
actualidad pretendan tener una descendencia mesiánica.
El
sufrimiento que experimente desde los comienzos, todo fue un experimento de
quebranto por la humanidad, comparando al quebranto de un Dios por su pueblo;
el azote por los pecados comparado todo lo que sufrió mi brazo poderoso por
venir. Su copa de su sufrimiento en el Getsemaní. Fue la copa que venía
cumpliéndose, vería a su pueblo negarlo una vez más. Despreciarlo una vez más.
Menospreciarlo una vez más.
Humanamente
es imposible explicar todo esto, solo Dios pudría explicarlo. Pero porque se
han negado y han sumergido a una humanidad en ignorancia. Es el mismo motivo de
siempre de menospreciar el plan de Dios y establecer humanamente sus planes. La
descendencia del mesías, fue fracturada muchas veces en los Jueces. Y en los
Reyes primero en Abías, luego en Josafat, luego en Ocozías, luego en Josías,
finalmente en Sedequías y Gedalías.
Luego
Dios inviste a otros reyes que lo gobernaran. Y dice que el Rey de Babilonia es
su siervo y hará todo lo que le pida. Y el cumplirá sus propósitos. Vemos a un
Rey de Persia dominando a Babilonia, porque tampoco Babilonia se alineo al plan
de Dios. Fue donde sus siervos fueron eunucos. Triste mente la genealogía
fracturada nuevamente. Luego levanta al Rey de Persia y domina el mundo entero.
Y se estima una nueva esperanza con la tribu de Benjamín, a través de Mardoqueo
y Ester.
En
este sentido constituí imperios más poderosos, y subyugué nuevamente a Egipto,
a quienes mi pueblo Israel y Judá querían servir. Le levante a Babilonia, luego
los persas y los medas y por último el Imperio Romano. Y actué secretamente no
les di más profetas, que les hablaren, hasta que vino el mesías príncipe. Por
eso se observa este periodo de silencio.
El Nombre de Jesús.
4 Ciertamente, llevó él nuestras
enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por
azotado, por herido de Dios y abatido. Creían que vendría un mesías poderoso.
Que los libertara de los imperios y en esta época de su venida, reinaba el
Imperio Romano. Que hicieron con la gloria del reino de David, y cuando
engrandeció a Salomón, con respecto a todos los pueblos. Destruyeron el reino.
Destruyeron los altares y se lo entregaron a los Dioses paganos.
Por eso los entregué a lloro y lamento, como estierco era
su estado, desprovistos de alimentos, y enfermo encontró su Hijo, a un pueblo
que le había dado Dios toda gloria. Él llevó las enfermedades que le produjo su
pecado, por el abandono de las leyes, de los mandamientos y de los preceptos. Y
que le dieron sus dioses, que me menospreciaron a mí, por ellos y sometieron a
sus descendientes al más terrible lamento. Sus dioses que ellos
decían que les daba todo y estaban contentos ¿Qué le dieron?
En este estado, encontró el Hijo de Dios a un pueblo
enfermo, y él tuvo que seguir sufriendo sus dolores. Luego con todo esto lo
azotaron, lo hirieron y lo abatieron. Lo mismo que pensaban ustedes que Dios le
daba padecimiento. Cuando fueron traídos en cautiverio con Babilonia, luego
paso el gobierno imperial persa, porque no entendían. Así mismo Jesús sufrió
todas estas penalidades.
El juicio de
Jesús.
5 Más el herido fue por nuestras
rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre
él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Este sufrimiento que tuvo que
padecer Jesucristo por todo su pueblo, el mismo dolor que paso el pueblo de
Israel y Judá por no entender a su Dios que lo saco con su brazo poderoso de
Egipto.
Herido fue por las rebeliones de
Israel. Por sus pecados fue destruida su carne, y todo el castigo de la paz que
no tenían con Dios, porque se había airado contra su pueblo, fue sobre
Jesucristo. Y todo lo que no sanaba la llaga enferma por no obedecerle, lo sana
Jesús en su cuerpo. Todo el dolor sufrido en todos estos años lo llevo
Jesucristo. Y él nos curó el cuerpo, el alma y el corazón. Jesús curó el cuerpo
enfermo por causa de la desobediencia. Al librarnos de la muerte eterna.
Ahora podemos entender todo su sufrimiento. No era un
mesías sufrido el que esperaban, el Mesías glorioso. El que trajera paz y
felicidad. Qué paz y felicidad si tu pecado era una llaga podrida. ¡Oh Pueblo
de Israel! ¡Si quería que mi gloria se manifieste en ti! ¡Y fuiste
un desecho de la gloria del Dios Altísimo! La humanidad meneó su cabeza. ¡Era
ese mi propósito que sufrieran!, ¡o que sufriera mi hijo!, ¡eso fue lo que tú
escogiste!
Mi propósito no era el sufrimiento, fue el que escogió mi
pueblo por desecharme; por eso me desecharon a mí; por eso los deseche a todos
ellos; ¡y solo es mi pueblo! Todo aquel que cree en mi Hijo. De igual manera,
con su publicidad del ¡pueblo escogido! Han menospreciado a mi pueblo, ¡que sí
creen en mí! Y lo tienen como indigno y los matan por creer en mí.
La gracia de Dios.
6 Todos nosotros nos descarriamos como
ovejas, cada cual se apartó por su camino; más Jehová cargó en él el
pecado de todos nosotros. Nosotros se refiere al pueblo de Israel, ellos se
apartaron del camino antes y después del mesías. Tomaron otros caminos, más no
el camino a la vida eterna, no el camino del Hijo. Pues lo despreciaron. Y
Jehová cargo en Jesús el pecado de todos ellos, pues cumplió con sus planes,
aunque lo desviaron y lo atropellaron. Fue fiel a sus planes y propósitos.
La justicia de
Dios en Jesús.
7 Angustiado él, y afligido, no abrió su
boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus
trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. ¿Qué hablar? Ante un pueblo
totalmente de espalda a él, sin entendimiento. Y manejados por ciegos, y guías
de ciegos. Como ovejas que van mansa cuando la van a trasquilar o a cortar su
pelaje, para ser degollada para la matanza, para ser entregada por el pecado y
ser sacrificada. Al igual que iba el cordero, así fue Cristo.
Las ovejas se habían utilizado para el sacrificio por el
pecado, era sombra del mesías, del cordero pascual, de la ley de expiación por
el pecado. Así resulto ser Cristo. La oveja que los trasquiladores llevaban, no
decía nada, ni abrió su boca, cuál oveja al matadero. La posición de Jesucristo
frente a sus adversarios, frente al pecado, sumisión total, indefenso
totalmente.
8 Por cárcel y por juicio fue quitado; y
su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los
vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. Así como fueron
puestos sus príncipes, nadie contó la generación de Daniel y sus compañeros
príncipes. Así mismo fue la historia de Jesucristo. Fue por juicio y por
cárceles como sus príncipes en Babilonia. Y en Persia, con Ciro, en la historia
de Mardoqueo y Ester.
La santidad de Jesús.
9 Y se dispuso con los impíos su
sepultura, más con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni
hubo engaño en su boca. El pueblo de Israel desecho el plan de Dios de
salvación. Su diestra ocupó el lugar de malhechores y de impíos, por la rebelión
de su pueblo. Igual lo hubiesen matado con honores de rico, si el poderío del
Rey David hubiese llegado hasta sus tiempos, porque igual mataron a sus
príncipes y reyes. Hubiesen hecho Juicio contra Jesús y le hubiesen tratado
como un malhechor, pues desecharon sus palabras. ¡Todo hubiese sido igual con
el poderío de un Reino, que sin él! Jesús era inocente de los Juicios, igual
que mucho pueblo que fueron al exilio, por la culpabilidad de todos, el
remanente será salvo.
La expiación de Jesús.
10. Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole
a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá
linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano
prosperada. Con todo que era inocente. Dios lo sometió a padecimiento. Se
cumple el plan de Dios en toda la biblia en Jesucristo.
Con todo esto, se refiere que a pesar de Jesucristo ser
inocente, el plan de Dios tenía que cumplirse en él. Dios lo había trazado y lo
cumplió. Lo plantío al primer hombre
Adán que a través de la simiente de la mujer habría enemistad. Que saldría
herido en el calcañal y el otro en la cabeza.
Un pueblo salió y se dividió en dos, luego se volvieron enemigos.
Enemigos de la Cruz y el sufrimiento de Cristo. La cabeza pensante y sabia de
un pueblo instruido en la ley y otro pueblo pagano que no tenía ley.
Por consiguiente, la ley se le volvió contraria y
tropezaron en la piedra que rechazaron los edificadores, ¿quiénes edificaban?,
los que construían un plan diferente al de Dios creador. ¿Quiénes? Los
adversarios de Dios, que hacían planes sin Dios. Que construían y construyen
una salvación del hombre sin Dios. ¿A Quiénes hirió Dios en la cabeza? A ellos,
y todavía siguen buscando al Mesías, al salvador del mundo.
En este orden de ideas a los que son hijos de vuestro
Padre el Diablo, como dijo Jesús. Terminaron hiriendo al mesías y él les hirió
en la cabeza porque triunfo sobre ellos. Un pueblo que escogió Dios para que
fuese su pueblo, obedeció más al diablo que a él, pues Dios se le volvió
también contrario. Y Jesús la piedra que ellos desecharon fue la cabeza del
Angulo, de todo el edificio de Dios.
Jesús vino a ser el cordero, la oveja, trasquilada,
siendo la ofrenda para la expiación por el pecado. Cuando lo sometieron a
cancel y lo juzgaron por hacerse pasar como Hijos de Dios, estaban también
sentenciando su condenación, igual estaban preparando la ofrenda única por el
pecado. De ellos y del mundo. Ellos estaban preparando la expiación por el
pecado. Un sacrificio humano. ¡Y vio Linaje! ¡Porque muchos creyeron y siguen
creyendo en él!
Cuando Jesús cumplió la voluntad de Dios, cuando Dios
reposo de toda su obra en Cristo, fue prosperado todo lo él hizo. Los apóstoles
comenzaron anunciar el evangelio. Su nombre comenzó a ser conocido por el mundo
entero. Hasta que su fama es conocida en el mundo conocido.
La sabiduría de
Jesús.
11. Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará
satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará
las iniquidades de ellos. El fruto de la aflicción de su alma es que su
expiación por el pecado, salvo a la humanidad de la condenación eterna. Liberto
al hombre de la esclavitud del pecado. Y nos dio una nueva naturaleza. La
divina. Esto no lo podría hacer ningún hombre, solo el Hijo de Dios.
El conocimiento de su palabra, que
desconocía su pueblo, por no haber instruido a los hombres de su pueblo, los
levitas que él puso, y porque torcían el derecho de la palabra y exponían otras
ordenanzas que Dios no envió a decir. Y sumergieron al pueblo en completa
ignorancia. Jesús por su conocimiento Justifico al que no conocía nada de él. A
todo un pueblo que creyó. ¿Quién tenía conocimiento de él, de los gentiles?
Nadie. Pero él lo justificó por su conocimiento.
El conocimiento que tenía Jesús del plan de Dios eterno.
No lo tenía nunca su pueblo, porque lo desecharon. Pero Jesús, su siervo, sí
tenía el conocimiento de la justificación a través del único camino, la verdad
y la vida que es él. Él los justificó, llevo sus iniquidades. Él nos justificó.
Su conocimiento nos Justificó. No el plan de los hombres. La ley no justifica.
Solo Jesús nos Justificó.
La
glorificación de Jesús.
El
profeta habla. Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes
repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado
con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los
transgresores. Jesús dijo, Señor, no le tomes en cuenta sus pecados, porque no
saben lo que hacen. No sabían lo que hacían cuando mataron al hijo de Dios.
Dios le
dio parte con los grandes. ¿Quién es más grande que Jesús? Está igualado en la
historia con los grandes. Él es el más grande de todos. Y en todas las
generaciones ha sido comparado y puesto con los grandes. Con los fuertes
repartirá despojos.
El Reino
de Dios, será cuando él repartirá su reino como él quiere. Con él se sentarán a
reinar patriarcas, reyes, los apóstoles y todo a cuanto él escoja. Quien ha hecho una obra más grande que la que
hizo Jesús, de dar su vida por la humanidad, de entregar su vida hasta su
muerte, siendo contado como un pecador. Y luego resucitar de los muertos,
levantarse como nunca jamás había hecho nadie. El plan excelso de Dios cumplido
en Jesucristo.
Jesús
les dijo a sus discípulos que él tenía que padecer mucho, por los principales
sacerdotes, y escribas, después de morir, resucitar al tercer día. Mateo 16,
21. Anunció también su gloria. Y él está a la diestra del poder de su Padre.
Vendrá en su gloria. En las nubes. También dijo perdónalos Padre, que no saben
lo que hacen. Cuando le estaban haciendo Juicio. Y les habló a sus discípulos
que ellos estarán con él en su gloria, cuando él venga. En su reino. Y en una
oración a su Padre. Le dijo: Que la gloria que le dio, también se las ha dado a
sus discípulos. Para que sean uno. Así como él, y su Padre son uno.
En el
evangelio de Mateo. Nos dice: Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda
potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Se le dio un Nombre que es
sobre todo nombre. Que tiene toda autoridad, poder y carácter.
Jesús
dijo que él regresaría en su gloria, en las nubes, y todo ojo le verá.
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